Opinión - 15/6/18 - 12:00 AM

Miedo

Por: -

La presencia del expresidente Ricardo Martinelli en Panamá ha despertado tal entusiasmo entre la población (la cual recuerda su gestión con cariño), que el actual gobierno se ha visto precisado a utilizar todos los mecanismos a su alcance para aislarlo de la ciudadanía.

Nada más hay que ver cómo se agolparon centenares de ciudadanos en los alrededores del Aeropuerto Internacional de Tocumen, la Corte Suprema de Justicia y la cárcel de Renacer para ver y saludar al líder político, en una muestra de auténtica efusividad nunca antes vista hacia un exmandatario.

Otra prueba de esto es la forma en que el Consejo de Seguridad aprovechó para trasladar al exmandatario a la cárcel El Renacer en momentos en que el país se concentraba el el arranque del Mundial de Fútbol, para comprobar que al varelismo le preocupa su alta popularidad.

Para las nuevas generaciones, estos hechos, tal vez les parezcan inéditos, pero la historia registra el caso del doctor Arnulfo Arias, otro líder político y tres veces presidente de la República, que sufrió carcelazos, persecución y exilio a manos de sus enemigos políticos.

A Arias se le atribuye la frase: “la historia se repite en espiral”, y todo parece indicar que es así en el caso de Ricardo Martinelli, hoy perseguido y aherrojado por sus enemigos.

Por ello es comprensible el miedo del actual gobierno a un Martinelli con una medida cautelar distinta a la detención preventiva, ya sea casa o país por cárcel, porque eso significaría que el inquieto expresidente no dejaría de ‘joder’, como decimos en buen panameño y eso es lo que no quieren sus adversarios en el poder.

No debe extrañarnos entonces que se quiera mantener la medida de detención provisional, una decisión totalmente injusta, tomando en cuenta que el exmandatario estuvo 364 días detenido en Estados Unidos y que desistió de los recursos judiciales, con el fin de acelerar su extradición a Panamá.

Miedo, nada más que miedo, o tal vez pánico, esa y no otra es la explicación de la dureza con que están tratando a Martinelli, para sacarlo de la mente y el corazón del pueblo que lo aprecia.


EDICIÓN IMPRESA

Portada Diario Crítica