Previsión
Las fuertes lluvias que este lunes azotaron la urbe capitalina y la periferia, dejaron al descubierto una serie de deficiencias de nuestro desarrollo urbanístico, así como la incapacidad de los organismos de protección civil, de hacer frente a una contingencia natural de grandes proporciones.
Algunos dirán (hablando de agua) que descubrimos que “el agua moja”, como dice el refrán popular, pero no, por vía de reiteración queda al descubierto la incapacidad, desgreño e incuria, de nuestras autoridades nacionales, municipales, e incluso la propia ciudadanía, ignorante de la cultura de la limpieza y el ornato.
Empecemos con los ciudadanos. Tiran la basura por doquier, no disponen adecuadamente de la misma, echan desperdicios a las alcantarillas, ríos y desagües, las autoridades que no supervisan la construcción y el caliche que se arroja a las calles y alcantarillas.
Los empresarios que, irresponsablemente, arriman sus proyectos a los desagües públicos, obstruyéndolos; el Gobierno central (todos) con su criminal inacción frente a esta problemática.
En fin, son dos situaciones las inundaciones, eterno problema y la falta de previsión oficial para enfrentar a la naturaleza furiosa. Señores, mirémonos en los sucesos ocurridos en otras latitudes y estemos preparados.