Para poder llevar las sillas a los planteles educativos, los padres de familia de muchas escuelas en áreas de difícil acceso tienen que utilizar los caballos.
Las cuatro horas de camino, muchas veces se hacen muy largas para llevar al hombro una silla hasta la escuela, pero el deseo de muchos padres que no sacan a sus hijos de la escuela, saben que esa es la única alternativa que les queda para salir del círculo de pobreza que los envuelve.
Juan González Bejerano es un indígena de Cerro Sobrino en la región comarcal, que asegura que no todos los padres piensan que sacando a sus hijos de la escuela es la única forma de conseguir dinero después de viajar a las zonas cafetaleras.
Las lejanas distancias, los caminos empinados y el peligro de las serpientes son los principales desafíos que superan estos indígenas cuando llevan sobre sus caballos estas sillas, a pesar de que ellos tengan que caminar hasta cuatro horas o cinco horas para llegar a la escuela.
La región comarcal tiene muchas comunidades que solo se puede llegar a caballo o caminado.
Los moradores de estas comunidades apartadas consideran que la educación es la base para que sus hijos sean personas de bien, por ello no les importa el sacrificio que tengan que hacer con tal de que terminen la escuela.
Igualmente, pidieron ayuda de las autoridades de la comarca, para que se les tomen en cuenta con la rehabilitación de los caminos.