Thomas Christiansen se ha quedado sin lectura
Es inminente que Tommy se ha quedado sin la lectura y comprensión para poder mediar la fase más importante, el pase a la gran fiesta del fútbol: el Mundial.
Es hasta incomprendido cómo se desmejoró en tan poco tiempo su concepto de dominar a los rivales con la posesión de la pelota y con pases atildados, que generaban una construcción del gol limpia y precisa; se borró.
Ahora es un plantel desteñido, que, de jugar a color en 5K, con "high definition" incluido, terminó en blanco y negro.
¿Qué nos ha hecho falta? Cierto, la contundencia del gol; de igual forma, ni Carrasquilla, Martínez, Rodríguez o Bárcenas han sido los pasadores precisos para dejar en ventaja a los atacantes.
Y la jugada final tiene que ser así, limpia y prístina y sin trompicones, porque no tenemos definidores implacables, como Tejada-Blas; le cuesta a Fajardo, Díaz y Waterman meterla.
Siempre fui aprensivo con Christiansen en su modo de manejar a los jugadores; no es enérgico y eso se traspasa al modo y estilo en el campo; no hay lucha y entrega; estos partidos son a sangre y fuego.
Sin entrar en cacerías de brujas, la culpa es 50% y 50%, primero del técnico, que debe ser un conductor de almas, y luego de los jugadores, que dentro de la comprensión de un sistema deben dar el mil por ciento de sus capacidades.
No, nos engañemos, hoy estamos eliminados del Mundial; los números no alcanzan.
Solo tres goles anotados, en 4 partidos; 3 empates, una sola victoria, para 6 pts., perdiendo 4 pts. en casa ante Guatemala y Surinam, trastocando la mediana inglesa; no sé qué país, perdiendo tantos puntos de local, se ha clasificado a un Mundial.
Lo de noviembre debe ser un verdadero revulsivo, no solo de palabra, también en el accionar, un cambio total en la actitud y el compromiso.
Al parecer, los suéteres de "Tommy Lovers" están a 2X1 en baratillo; varios se han bajado de la mal llamada "Tomaseta"; ya no le copian, ni le creen. Sigan tomando el fútbol a relajo, a lo trivial, y siempre nos pasará la factura de ser un país sin cultura de fútbol.
Siempre se los advertí, que las eliminatorias son a fuego ardiente, y que la llama quema; todos aspiran para no expirar; se tiene la ilusión de alcanzar ese cupo a la máxima cita.
Ahora solo salir de la decepción, dar un revolcón para que no nos alcance la desilusión y nos lleve a un indeseado fracaso.
A esta hora, muchos filósofos y "eruditos" están tratando de buscar cómo se inventó la rueda; la ecuación no sale y jugando mal... es nadar contra la corriente. ¿Cómo clasificaremos al Mundial?
El autor es comentarista @sertvdeportes.