Crisis del Idaan
Si pudiéramos decir que una entidad es el paradigma del desgreño gubernamental, esa sería el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), la cual está en una crisis crónica, que pone en peligro la normal distribución del agua potable, con el consiguiente perjuicio a todos los panameños.
Hace más de un mes, la directora del Idaan presentó su renuncia al cargo y no se ha observado en tres años de gobierno ninguna mejora en el suministro de agua a las poblaciones que sufren el desabastecimiento.
Lo triste es que el gobierno de Juan Carlos Varela no ha designado a nadie para reemplazar a Julia Guardia, mientras tanto la institución languidece en medio de la inacción, causando perjuicios a los usuarios del servicio.
La anterior administración abordó esta crisis a través de la creación de una Autoridad del Agua, con autonomía y patrimonio propio, pero ese proyecto fue archivado por los actuales gobernantes.
El gobierno tiene que entender que el agua es un problema de seguridad nacional, y que tiene que sacudirse la pereza y meterle la mano al Idaan, iniciando con poner al frente del organismo a un conocedor o conocedora del tema.
No queremos pensar que se está hundiendo al Idaan intencionalmente, para posteriormente justificar una privatización. El pueblo panameño no lo permitirá.