Opinión - 05/9/17 - 12:00 AM

Diálogos que fortalecen

Por: Yadira Roquebert Periodista -

Se dice que ni la política ni la religión son temas apropiados para conversar, sin embargo, soy de la opinión de que si manejas la temática respetando el criterio del o los interlocutores, aunque no compartas sus ideas, puedes llegar a plantear tu posición, hasta aprender de otros y desarrollar una plática de forma armoniosa. Y esto es precisamente lo que le sucedió a mi amigo Jorge, quien luego de cumplir un tiempo de jornada extraordinaria de labores, cuando se dirigía a su residencia, justo al abordar el metro de Panamá, se cruza con un ciudadano que a primera vista pensó que era un tableño vestido de musulmán, pero resultó ser un verdadero musulmán nacido en mi Panamá, el país de las oportunidades.

Al día siguiente de este encuentro, Jorge llega a la oficina con una sonrisa en su rostro, y su acostumbrada expresión: ¡Santo de la Gloria! Y empieza a relatarme su experiencia con aquel sujeto de unos 30 años aproximadamente, con el cual sostuvo una amena conversación, en la que le habló de Jesucristo y la experiencia personal que vivió, la cual lo llevó a conocer a Dios.

Relata que le llegó a decir al musulmán: “Nosotros somos hermanos porque ambos venimos de Abraham”, y sustentando cada planteamiento que expresaba, su interlocutor lo escuchaba atentamente y se notaba que disfrutaba de la conversación que sostenían. Finalmente, Jorge llegó a su destino, tenía que despedirse y al hacerlo, el joven desconocido le pidió su número de teléfono, con el fin de tomarse un café y seguir la plática.

Definitivamente que nuestra bella nación se ha tornado en un punto de encuentro, donde convergen ciudadanos de diversas nacionalidades, y como en este caso, de religiones. Con puntos de vista diferentes, pero como es un país solidario que proyecta paz, brinda las condiciones para sostener diálogos como el expresado.

Pero como lo que deseamos, además, es hacer docencia, considero oportuno aclararles que para los musulmanes su credo religioso es el islam; para ellos el Mensajero de Dios es Mahoma, no así Jesús, al cual califican como un profeta más, pero lo respetan. Sin embargo, existen similitudes y diferencias, que abordadas con el debido respeto, enriquecen conocimientos y sobre todo, fortalecen la sana convivencia entre todos los seres que tenemos la dicha de vivir en mi Panamá, el país de las oportunidades, con defectos y virtudes, pero en armonía.