Opinión - 09/3/20 - 12:00 AM

El problema con los postres

Por: Médico -

Hemos hablado de algunos de los mejores alimentos para el cerebro, pero igualmente importante son los alimentos que debe evitar. En una investigación de la Clínica Mayo, se encontró que las dietas ricas en carbohidratos están relacionadas a un riesgo mayor del 89 por ciento de desarrollar demencia. Mientras tanto, las dietas altas en grasas saludables se relacionaron con un riesgo del 44 por ciento menos.

A medida que disfruta el azúcar y los granos, su cerebro se ve abrumado por los niveles consistentemente altos de glucosa e insulina que afecta su señalización a la insulina, causando así deficiencias en sus habilidades de pensamiento y memoria, causando eventualmente daño cerebral permanente.

Además, cuando el hígado está ocupado procesando fructosa (que su hígado convierte en grasa), dificulta en gran medida su capacidad para crear colesterol, un esencial bloque de construcción de su cerebro que es crucial para el funcionamiento óptimo del cerebro.

De hecho, la creciente evidencia apoya la noción de que reducir significativamente el consumo de fructosa es un paso muy importante para prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Además, todos creamos algo llamado zonulina en el intestino en respuesta al gluten. Las proteínas del gluten, que se encuentran en el trigo, la cebada y el centeno, crean permeabilidad en su intestino, que permite que las proteínas sin digerir y el contenido de los intestinos como las bacterias, entren en el torrente sanguíneo en lugar de ser desechadas.

Eso posteriormente sensibiliza el sistema inmunológico y promueve la inflamación y la autoinmunidad.

Una vez que el gluten regula la permeabilidad en el intestino, se hace "permeable" y toda clase de proteínas excluidas anteriormente—incluyendo al caseína y otras proteínas lácteas—tendrán acceso directo a su torrente sanguíneo, desafiando así la función de su sistema inmunológico y contribuyendo a la pérdida de la auto tolerancia, la misma definición de la autoinmunidad.

Gran parte de nuestras enfermedades actuales, incluyendo las enfermedades del cerebro, son ocasionadas por el hecho de que estamos contaminando nuestro sistema inmunológico con proteínas a las que el sistema inmunológico humano nunca había sido expuesto, en la historia de la humanidad.