Infierno en el Pacífico

Me molestan las injusticias, la prepotencia, los abusos y más cuando los afectados son gente humilde, que hace un esfuerzo sobrenatural por salir adelante a base de trabajo y sacrificio físico y económico.

Empero, cuando los intereses particulares, políticos, una administración deficiente y la mala fe gobiernan una institución del Estado, es casi imposible lograr el éxito personal.

Lo anterior es el común denominador en la agencia Panamá Pacífico (APP). Los desmanes y abusos contra el personal y malas prácticas laborales sorprenden a propios y extraños en la APP. El infierno está aquí, cerca de Panamá.

Para muestra un botón, el actual director de Finanzas de la APP no cumple con los requisitos según la ley para ocupar el puesto; sin embargo, firma cheques, gestiones de cobros, revisa el tema presupuestario, la contabilidad y supervisa las inversiones del desarrollador del área.

Paralelamente, se conoció que el proyecto APP se mantiene estancado o casi no avanza, los contratos de compraventa han quedado rezagados desde hace un año, luego de la destitución de la directora de Asistencia Inversionista.

De igual forma, las reuniones mensuales de la junta directiva de la APP, según lo establece la ley, son prácticamente una quimera. Lo anterior detiene el desarrollo de este ambicioso proyecto y afecta la imagen internacional de Panamá.

Como si fuera poco y en consecuencia, no se han presentado a la junta directiva de la APP los estados financieros de la corporación, auditados por una empresa certificada.

Tampoco se les brinda la atención adecuada a los inversionistas extranjeros, no se les contestan las consultas, lo que provoca que desistan de realizar inversiones en Panamá.

Adicionalmente, algunas empresas operan en la zona sin cumplir las disposiciones panameñas, pero no se les cancelan los registros y, lo peor, cuando abandonan el país, se van sin cancelar el pago de la anualidad de registro de empresa por la falta de seguimiento y supervisión.

Según pudimos conocer, la APP, desde el gobierno anterior, no ha podido revisar las inversiones de capital que realiza el desarrollador maestro, London & Regional, por la falta de personal capacitado.

También recibimos información de que hay empresas que operan en el área y ocupan hangares sin el contrato respectivo, en violación de lo establecido en la Ley de Contrataciones Públicas.

Un recorrido por el área no le vendría mal a la Contraloría. No aparte su mirada de la pantalla, viene más.