Inversión educativa
Ha concluido el segundo trimestre del año escolar 2017 y con ello, las vacaciones respectivas. Con el retorno a clases se programa la entrega de boletines, con la cual los padres de familia y acudientes se enterarán del rendimiento de sus acudidos. Esto en caso de que el adulto responsable no le haya dado seguimiento al estudiante durante el trimestre.
En caso de que no sean satisfactorios los resultados, ¿qué panorama se le presenta al acudiente para procurar que el tercer y último trimestre del año escolar sea de provecho para el estudiante? Quizás la administración del plantel le presente algunas alternativas a fin de salvar de una posible reprobación al estudiante y así minimizar los índices de fracasos escolares que se registran al concluir el año escolar. Si no es así, el acudiente, responsablemente, tendrá que considerar métodos que le permitan al estudiante aclarar dudas y faciliten un mejor aprendizaje de los contenidos proporcionados en el aula.
Estos métodos pudieran considerarse como fórmulas para disminuir los fracasos escolares, ante el hecho de que no todos aprenden de la misma manera, ya que durante el desarrollo del proceso enseñanza – aprendizaje surgen elementos que inciden en los estudiantes y no les permiten que aprendan a la misma vez; además, pudiera ser que el educador, por lograr cumplir sus contenidos, quizás no se detenga en conocer por qué el estudiante se queda rezagado, y es entonces, precisamente, cuando la tutoría y el reforzamiento toman importancia.
Si bien en mi Panamá, el país de las oportunidades, la educación de la población está en manos del Ministerio de Educación, el padre de familia tiene la responsabilidad de darle seguimiento a su acudido y buscar alternativas oportunas que eviten que el estudiante repruebe.
Ante esta realidad, recomiendo considerar las tutorías y el reforzamiento escolar, los cuales no deben calificarse como una pérdida de tiempo y de dinero, véalos como una inversión, siempre que sean dictados por una persona calificada y en lo que el estudiante debe sentirse comprometido y con deseos de obtener resultados favorables. Usted, señor acudiente, tiene la decisión: o aprovecha este inicio del tercer y último trimestre del año escolar o espera que concluya el año académico para buscar alternativas factibles. Si se decide por esta última opción, no habrá hecho nada para evitar que su hijo o acudido ingrese a las cifras de estudiantes reprobados.