Otro mamotreto que se cae
La decisión de la Corte Suprema de Justicia, de no admitir un proceso que buscaba vincular al expresidente Ricardo Martinelli, con el caso de Riegos de Tonosí, demuestra que aún impera el buen sentido jurídico en algunos magistrados de esa alta corporación de justicia.
Como es de conocimiento público, se ha pretendido judicializar la política involucrando al Ministerio Público y al Órgano Judicial, en el conocimiento de supuestos procesos que nacen y desarrollan como propios de la dinámica política.
Uno de los últimos casos fue el de un diputado perredista que pretendió querellar al expresidente, utilizando como argumento unas supuestas publicaciones en las redes sociales, también la Corte Suprema se pronunció rechazando el mamotreto.
Es lógico pensar que los togados irán tumbando todos esos mamotretos ayunos de contenidos y basados en el prurito de hacer daño.
Así como en los casos anteriormente reseñados, otras denuncias motivadas políticamente, se caerán simple y sencillamente porque no valen ni el papel en que fueron plasmadas.
En otros países existen legislaciones que castigan la temeridad procesal y las denuncias basadas en la mala fe y el abuso del ejercicio del derecho. En Panamá, se denuncia a cualquier ciudadano y cuando la denuncia no prospera, queda impune el daño que se hace a la honra, sin consecuencias jurídicas para el que así actuó.