Opinión - 28/10/17 - 12:00 AM

‘Ragnarok’

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

La saga escandinava es rica en historias épicas, en las que se destaca la batalla entre las fuerzas del bien y el mal. Todo se fundamentaba en la búsqueda del poder, dominar el universo. Como en el Apocalipsis cristiano, también los vikingos de antaño hablaban del “Ragnarok”, o “Destino de los Dioses”, punto culminante de las guerras de Asgard. Al final, lo viejo es aniquilado, incluso los inmortales son destruidos para comenzar de nuevo en un paraíso de paz, idílico y eterno.

Periódicamente, cada país llega a una especie de “Ragnarok”. Las crisis sociales ocurren cuando un grupo que detenta el control del Estado quiere perpetuarse. En Panamá, ya ha ocurrido algo similar. La invasión militar estadounidense del 20 de diciembre de 1989 marcó ese cataclismo que destronó a los militares y al grupo que los respaldaba, el Partido Revolucionario Democrático (PRD). Desde entonces, la supuesta nueva era democrática se mantiene vigente, pese a diversos escenarios polémicos que han trastocado a la nación.

El panameño es sabio al votar. Cada cinco años, el votante prefiere cambiar de gobierno. Tampoco acepta que una administración se mantenga otro lustro en el Palacio de las Garzas. Frescos son los recuerdos de la aplastante derrota del “Sí” a la reelección presidencial, que impulsó el expresidente Ernesto “Toro” Pérez Balladares en agosto de 1998. Luego, en 2009 llegó el Cambio Democrático (CD) y Ricardo Martinelli, quienes dieron un giro a la política tradicional, y crearon una tercera fuerza partidista.

Cuando llegaron las elecciones generales de 2014, todo parecía marcar la continuidad del gobierno de entonces. Aunque algunos aducen que el Tribunal Electoral (TE) hizo una que otra triquiñuela, los ciudadanos prefirieron respaldar al otro, quien hoy está en San Felipe. Por supuesto, como “la sarna con gusto no pica”, también los varelistas intentarán perpetuarse en el poder, impulsando alcaldes o ministros “candidatos” contando todo el apoyo de las estructuras gubernamentales. No aprenden estos políticos de siempre.

A sabiendas de que el TE, la Corte y los grupos empresariales vinculados al “MOTTIN” favorecen al varelismo, es posible que los partidos opositores no logren triunfar el 5 de mayo de 2019. ¿Cree usted que eso es una victoria para el oficialismo de turno? Claro que no. Si vemos en la región latinoamericana, las fuerzas políticas que repiten periodos presidenciales terminan generando devastadoras crisis socioeconómicas, lo que provoca situaciones inestables. Cuidado hasta pierden la “silla querida”. Solo miren Brasil, Ecuador, Guatemala, Perú y Venezuela.

La pregunta: ¿será que estaríamos al borde de un nuevo “Ragnarok” o catarsis como ocurrió en 1989? Eso depende de ti, estimado elector. Nosotros cambiamos el destino del país. Y parece que la idílica idea de la constituyente reformista es necesaria para no seguir hundidos en la miasma oportunista.

En año y medio, todos tendremos el poder para decidir qué es mejor para Panamá. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigos...