Renuncias a la orden
Es un hecho que cuando se inicie la rectificación nacional, de manos de un gobierno elegido democráticamente, se van a corregir muchos entuertos de la actual administración, y lo más seguro es que ciudadanos responsables presenten las respectivas denuncias para investigar las presuntas irregularidades.
Es por ello por lo que nos resultan extrañas las renuncias que se han venido produciendo en altos cargos de la administración varelista, las que a no dudarlo se irán acrecentando conforme se vaya acercando el fin de la presente administración.
Los “renunciantes” piensan que por dejar el cargo antes de finalizado el actual quinquenio, los va a librar de la auditoría y la rendición de cuentas que llegado el momento la ciudadanía les va a exigir. ¡Nada más alejado de la verdad! Deberán rendir cuentas de su gestión, si no ahora, después, cuando se lo exijan los organismos jurisdiccionales.
La ineptitud y el desgreño, la inacción y la negligencia, ejercidas por funcionarios con mando y jurisdicción, bajo determinadas circunstancias, adquieren connotaciones punibles de las cuales no se van a salvar, aunque abandonen el barco que hace agua y amenaza con hundirse.
No podemos negar que la actual administración se ha caracterizado por denunciar ante el Ministerio Público, a tirios y troyanos de la anterior administración, así que no se extrañen que cuando dejen de ser gobierno, también sean objetos de denuncias ciudadanas, claro está con un Ministerio Público, depurado, científico y decente.