Sacerdote
Sacerdote: “Tu dolor nadie lo siente, tus alegrías nadie las nota, tus tristeza nadie las ve. Pero haz algo mal, comete un error y todos criticarán”, dijo el papa Francisco.
Este pensamiento debe ser reconfortante para el sacerdote de un pueblo que anunció el abandono de la sotana para encontrarse con su yo interior.
El clérigo no responsabiliza a nadie de su decisión y da la cara ante las habladurías de la población: “Ni un hombre ni un muchacho, como se ha dicho, ni una chica embarazada” ha motivado su decisión.
El derecho más importante es el individual, el cual debe ser respetado a este hombre de sotana, cuyas reflexiones lo llevaron al abandono de sus hábitos.
Por vocación los religiosos se inclinan hacia la cavilación, elevando su pensamiento en un lugar sagrado como la sacristía.
Cuántos religiosos han flaqueado y por no tomar la decisión de cambiar el rumbo de su vida siguieron con su apostolado haciendo daño a los creyentes y a su fe.
Recientemente se hackeó la cuenta de un negocio de prostitución en los Estados Unidos y entre los nombres encontrados apareció el de un conocido pastor.
Esta relación del religioso con actividades sexuales ilícitas le hizo perder su familia y la confianza de sus feligreses.
El sacerdote que recientemente ha dejado los hábitos no protagonizará escándalos ni afectará a su familia ni a la comunidad católica.
Como ser humano tiene derecho a definir su vida, y las personas a respetar su decisión.