Opinión - 04/10/17 - 12:00 AM

Transformar

Por: Milcíades Ortiz Catedrático -

Desde hace poco más de diez años unos “microambientes” comerciales han transformado la vida de miles de panameños. El progreso vino de países desarrollados del mundo capitalista. Aparecieron los “malles”, áreas destinadas a promover la venta de artículos y proporcionar a las personas facilidades para vivir horas en un ambiente agradable. Los panameños siempre nos adaptamos a cambios en la manera de vivir.

Lo vimos cuando al aumentar la población en la capital y otras ciudades importantes, aparecieron los “rascacielos”. Dejamos de anhelar vivir en una casa con patio y árboles, para encajonarnos en departamentos. Eso se logró en nombre del progreso y transformó sitios de la capital que se convirtieron en “junglas de concreto”. En los años cincuenta del siglo pasado ocurrió otro cambio socioeconómico en Panamá. Aparecieron los supermercados, idea que también vino de afuera (EE.UU.).

Se decía que no nos acostumbraríamos a comprar comida y artículos caseros en cantidades para una o varias semanas. Pero nos adaptamos al progreso. Aunque no desaparecieron las “tiendas de chinos”. Ahora vivimos el fenómeno de lo que llamaríamos “mollalización”. Queriendo hacer un análisis sociológico diré que estos enormes centros comerciales techados han ido cambiando la vida de nuestro pueblo de la capital y del interior. En su mayoría se destinan para personas de clase media y alta, aunque los hay “mixtos”.

Se encuentran negocios de centavos al lado de tiendas lujosas, que antes solo se veían en TV al hablar de la Quinta Avenida de Nueva York. La idea es crear ambientes cómodos para la familia. Por eso existen actividades variadas, como patinaje en hielo, pasarelas, música en vivo, concursos, exposiciones de arte, boxeo, fotografías ecológicas, venta de autos, etc. Ni qué decir de la variada oferta alimenticia, que va desde la comida popular y rápida, hasta sofisticados restaurantes.

Ciertos “malles” tienen hoteles cercanos para turistas que vienen de compras o convenciones. No es de extrañar que más de treinta mil personas visiten en un día algunos de estos sitios. Curiosamente las salas de cine se concentran en ellos como parte de las facilidades… Pero todavía hay quienes compran en Calidonia, Vía España, La Peatonal y las ferias populares.