Vestidos y alborotados
Se calentó la champaña y se enfriaron los bocadillos que tenían preparados los enemigos declarados del expresidente Ricardo Martinelli, quienes ayer desde temprano esperaban ansiosos que el juez miamense Edwin Torres aprobara la extradición en Panamá, del exgobernante, para ser lapidado política y judicialmente por sus enemigos.
Se quedaron también con las ganas, los políticos metidos a panelistas televisivos, quienes desde las pantallas de los distintos medios audiovisuales, no disimulaban su alegría ante la extradición de Martinelli.
Todos se quedaron vestidos y alborotados, el juez de Miami no apuró su decisión, porque en Estados Unidos existe un sistema judicial -que no es perfecto- es serio, en el cual se respeta el debido proceso, es el “due process of law” (debido proceso legal), como le dicen en el derecho anglosajón.
El juez Torres hará un meditado análisis de los argumentos de parte y parte y no dudamos de que tendrá un peso específico, los señalamientos de la defensa de Martinelli contra el magistrado Harry Díaz, que fue calificado de “mentiroso” por la defensa del expresidente.
Otro hecho relevante fue ver a un Martinelli atento, tomando nota de los alegatos y con ánimo optimista.
Así como los allegados del expresidente confían en que Torres niegue la extradición de corte político, que pretende el gobierno de Varela, los que esperaban ver a un Martinelli derrotado se equivocaron estrepitosamente.