Mundo - 28/6/18 - 05:15 PM
Gobierno de Maduro intenta fijar precios bajo un escenario de hiperinflación
Los comerciantes reunidos en el Consecomercio, aseguran que los precios que serán fijados en estas reuniones perderán vigencia apenas culminen estas reuniones.
El Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció recientemente que fijará los precios de varios productos de la cesta básica bajo un esquema que denominó "Plan 50", un operativo que pretende aplicar bajo un escenario de hiperinflación en el que los precios suben en cuestión de horas.
El sábado pasado el ministro de Industrias y Producción Nacional, Tareck el Aissami, anunció que los productores del país habían sido convocados a mesas de trabajo para "sincerar la estructura de costos" de al menos 50 productos esenciales y fijar precios.
Los comerciantes reunidos en el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) aseguran que los precios que serán fijados en estas reuniones perderán vigencia apenas culminen estas reuniones con los representantes del Gobierno debido a la hiperinflación.
El ministro el Aissami dice, por su parte, que "nadie puede justificar que en 24 horas se cambien hasta 3 o 4 veces los precios de los productos" y pide a los empresarios "jugar limpio", sin mencionar nunca la existencia de la hiperinflación que empezó a desarrollarse en octubre pasado y que acumuló en los primeros cinco meses de este año 1.995,3 %.
No es la primera vez que los Gobiernos que mantienen en pie a la llamada revolución bolivariana que instauró el fallecido Hugo Chávez (1999-2013) intenten fijar los precios y esto ha sucedido, además, en el marco de un control de cambio que se instauró en 2003 y aún se mantiene bajo esquemas que han variado y a los que pocos tienen acceso.
En 2011 el mismo Chávez anunció la Ley de Costos y Precios Justos que fijaba los precios de 18 productos como el agua natural, jugos de fruta, cloro, jabón, lavaplatos líquidos, limpiadores, champú, desodorantes, papel higiénico y pañales desechables.
La mayoría de estos productos prácticamente desaparecieron tras la muerte de Chávez en 2013 y hoy en día se consiguen, pero a muy altos precios, como es el caso de los pañales desechables que pueden costar actualmente más de tres salarios mínimos y con seguridad mañana estarán mucho más caros.
Los empresarios han criticado todos los controles que los Gobiernos de Chávez, y ahora de Maduro, han intentado poner a la economía y que aseguran han llevado a la ruina del país y a la quiebra de miles de comerciantes mientras el ciudadano común hace malabares para poder comprar lo mínimo para subsistir.
Los comerciantes reunidos en el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) aseguran que los precios que serán fijados en estas reuniones perderán vigencia apenas culminen estas reuniones con los representantes del Gobierno debido a la hiperinflación.
El ministro el Aissami dice, por su parte, que "nadie puede justificar que en 24 horas se cambien hasta 3 o 4 veces los precios de los productos" y pide a los empresarios "jugar limpio", sin mencionar nunca la existencia de la hiperinflación que empezó a desarrollarse en octubre pasado y que acumuló en los primeros cinco meses de este año 1.995,3 %.
No es la primera vez que los Gobiernos que mantienen en pie a la llamada revolución bolivariana que instauró el fallecido Hugo Chávez (1999-2013) intenten fijar los precios y esto ha sucedido, además, en el marco de un control de cambio que se instauró en 2003 y aún se mantiene bajo esquemas que han variado y a los que pocos tienen acceso.
En 2011 el mismo Chávez anunció la Ley de Costos y Precios Justos que fijaba los precios de 18 productos como el agua natural, jugos de fruta, cloro, jabón, lavaplatos líquidos, limpiadores, champú, desodorantes, papel higiénico y pañales desechables.
La mayoría de estos productos prácticamente desaparecieron tras la muerte de Chávez en 2013 y hoy en día se consiguen, pero a muy altos precios, como es el caso de los pañales desechables que pueden costar actualmente más de tres salarios mínimos y con seguridad mañana estarán mucho más caros.
Los empresarios han criticado todos los controles que los Gobiernos de Chávez, y ahora de Maduro, han intentado poner a la economía y que aseguran han llevado a la ruina del país y a la quiebra de miles de comerciantes mientras el ciudadano común hace malabares para poder comprar lo mínimo para subsistir.
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En el caso del control de precios a los productos de la cesta básica, cada vez que se ha fijado un monto el producto ha desaparecido de los anaqueles, lo que empezó sucediendo con el papel higiénico en 2013 y a este artículo le siguió la ausencia de pañales, toallas sanitarias y diferentes tipos de jabones.
Desde hace poco más de un año son los medicamentos -de todo tipo- los que han desaparecido de las farmacias mientras los enfermos, sus familiares, médicos y enfermeros piden en protestas semanales que se atienda con urgencia esta escasez que aseguran ya ha llevado a la muerte a un número indeterminado de personas.
La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, dijo recientemente que el país perdió en las pasadas dos décadas casi el 60 % de sus empresas, una caída que se acentuó en el último lustro por la severa crisis económica en que entró el país bajo la Administración de Maduro.
El presidente de la patronal, Carlos Larrazabal, aseguró que Venezuela tenía hace 20 años "más de 490.000 empresas", un número que se redujo a cerca de 280.000, lo que se hace evidente no solo en los anaqueles sino en los centros y zonas comerciales, cada vez con menos locales operativos y sin compradores.
Maduro advirtió este miércoles a las cadenas de supermercados del país que tomará "medidas radicales" si incumplen con la Ley de Precios Acordados, una norma aprobada a fines de 2017 por la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para "garantizar" el abastecimiento.
Todo esto sucede mientras los profesores y enfermeros del país salen a protestar a las calles por los bajos salarios que aseguran no llegan ni a un dólar quincenal lo que no les alcanza ni para comprar un pan.
Desde hace poco más de un año son los medicamentos -de todo tipo- los que han desaparecido de las farmacias mientras los enfermos, sus familiares, médicos y enfermeros piden en protestas semanales que se atienda con urgencia esta escasez que aseguran ya ha llevado a la muerte a un número indeterminado de personas.
La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, dijo recientemente que el país perdió en las pasadas dos décadas casi el 60 % de sus empresas, una caída que se acentuó en el último lustro por la severa crisis económica en que entró el país bajo la Administración de Maduro.
El presidente de la patronal, Carlos Larrazabal, aseguró que Venezuela tenía hace 20 años "más de 490.000 empresas", un número que se redujo a cerca de 280.000, lo que se hace evidente no solo en los anaqueles sino en los centros y zonas comerciales, cada vez con menos locales operativos y sin compradores.
Maduro advirtió este miércoles a las cadenas de supermercados del país que tomará "medidas radicales" si incumplen con la Ley de Precios Acordados, una norma aprobada a fines de 2017 por la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para "garantizar" el abastecimiento.
Todo esto sucede mientras los profesores y enfermeros del país salen a protestar a las calles por los bajos salarios que aseguran no llegan ni a un dólar quincenal lo que no les alcanza ni para comprar un pan.
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