Prohibiciones de viajar, caos en el mercado: reacción a la propagación del virus

Las amplias prohibiciones de viajes cayeron en cascada en todo el mundo el jueves, bloqueando países e incluso continentes enteros, manteniendo a las personas dentro de sus hogares y frenando los motores del comercio para detener la pandemia de coronavirus. Los mercados colapsaron en todo el mundo con la creciente comprensión de que la incertidumbre no tendría un final rápido.

La escalada de la crisis llevó a las acciones estadounidenses a sus peores pérdidas desde el colapso del lunes negro de 1987 , extendiendo una venta masiva que eliminó la mayor parte de la gran redada de Wall Street desde la toma de posesión del presidente Donald Trump.

Después de semanas de minimizar el virus, el anuncio de Trump de reglas estrictas que prohíben la entrada de la mayoría de los europeos fue un shock al otro lado del Atlántico. En cuestión de horas, incluso el viaje sin pasaporte de la Unión Europea se puso en tela de juicio, con guardias en lugares que habían estado sin fronteras durante más de una década y los aeropuertos cerrados.

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó la pandemia como "la peor crisis de salud pública para una generación" y agregó que "muchas más familias perderán seres queridos antes de tiempo".

Mientras tanto, el jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., Robert Redfield, señaló que la gran mayoría de los nuevos casos de la enfermedad COVID-19 están vinculados a Europa, a la que llamó "la nueva China". Las muertes en Italia superaron las 1,000, con más de 15,000 con resultados positivos.

Pero el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, también reconoció que Estados Unidos estaba retrasando a otros países en las pruebas para saber qué tan extendido está realmente el virus.

"Es un fracaso, admitámoslo", dijo a los legisladores.

La Unión Europea criticó rápidamente la decisión "unilateral" de Trump, declarando que el virus es una "crisis global, no se limita a ningún continente y requiere cooperación".

El virus, detectado por primera vez hace tres meses en China, ha producido brotes devastadores en Asia, Europa y Oriente Medio, provocó el pánico financiero mundial y en la última semana ha visto estallar desarrollos vertiginosos por horas. Ligas de fútbol europeas, juegos de baloncesto, hockey y béisbol estadounidenses, términos escolares para millones de estudiantes, bodas, bautizos, funerales, vida nocturna, cultura alta y baja, todo quedó en el camino con una rapidez cada vez más difícil de entender.

Pero en medio de los temores, también puede ser fácil olvidar que decenas de personas se han recuperado de COVID-19, la enfermedad causada por el virus. La mayoría de los pacientes tienen síntomas leves o moderados, como fiebre o resfriado, aunque los síntomas pueden ser graves, incluida la neumonía, especialmente en adultos mayores y personas con problemas de salud existentes.

El jueves, la enfermedad se acercó a los centros de poder del mundo: el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció que se aislaba en su hogar porque su esposa mostraba síntomas similares a la gripe después de su regreso de Gran Bretaña, mientras que el director de comunicaciones del presidente brasileño dio positivo solo unos días. después de viajar para reunirse con Trump en Mar-a-Lago.

A pesar de eso, Trump no tiene planes inmediatos para someterse a pruebas o ponerse en cuarentena, dijo la Casa Blanca. "Tanto el presidente como el vicepresidente casi no tuvieron interacciones con la persona que dio positivo y no requiere ser examinada en este momento", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en un comunicado.

Los desarrollos en solo un período de 24 horas incluyeron una designación oficial de "pandemia" por parte de la Organización Mundial de la Salud, la dramática detención de muchos viajes entre los Estados Unidos y 26 países europeos, y las celebridades de Hollywood anunciaron infecciones a paso rápido. estrellas del deporte y líderes políticos, así como gente común en cruceros.

En la región italiana de Lombardía, el epicentro europeo del virus, los hospitales estaban abrumados con enfermos y muertos. Italia, que tiene la segunda población más antigua del mundo, ha visto que su tasa de mortalidad alcanza más del 6%, mucho más que otros países.

En los Estados Unidos, incluso una promesa de la Reserva Federal de inyectar hasta $ 2 billones en los mercados de préstamos a corto plazo no detuvo el sangrado en Wall Street. El S&P 500 se desplomó un 9,5%, para una caída total del 26,7%. Eso supera el umbral del 20% para un mercado bajista, rompiendo una carrera sin precedentes del mercado alcista de casi 11 años. El Dow Jones Industrial Average se hundió un 10% en su peor día desde una caída de casi el 23% el 19 de octubre de 1987.

Los mercados europeos también cerraron uno de sus peores días en la historia, sin ser influenciados por las medidas de estímulo del Banco Central Europeo para comprar 120 mil millones de euros ($ 132 mil millones) en bonos.

Más de 127,000 personas en más de 110 países han sido infectadas. La gran mayoría se encuentra en solo cuatro países: China y Corea del Sur, donde los casos nuevos están disminuyendo, e Irán e Italia, donde no lo están. La propagación se ha desacelerado tanto en China que el gobierno envió un equipo médico a Italia y ofreció suministros excedentes a Irán.

Más de 4.700 personas han muerto en todo el mundo.

En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo dijo que el estado prohibiría todas las reuniones de 500 o más personas a medida que se promulgaran restricciones en las reuniones de California a Virginia.

El Congreso cerró los edificios de oficinas del Capitolio de los Estados Unidos y de la Cámara de Representantes y el Senado al público hasta el 1 de abril, la Casa Blanca canceló las visitas y la Corte Suprema permanecerá cerrada al público.

En Italia, las nuevas restricciones cerraron el jueves restaurantes, cafeterías y tiendas minoristas luego de que el primer ministro impusiera un bloqueo nacional a los movimientos personales. Las tiendas de comestibles, farmacias y mercados al aire libre podían operar, al igual que los puestos de periódicos.

Rosanna Faritna, cuya familia ha dirigido un quiosco de periódicos en el centro histórico de Roma desde el siglo XIX, estaba desgarrada por permanecer abierta.

Prefiero estar en casa. Estoy preocupada, incluso si mantengo una distancia, ”dijo ella, con una bufanda alrededor de su cara.

Francia, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Lituania, Argelia y Eslovaquia se unieron a la creciente lista de países que cerraron sus sistemas escolares, y el equipo de fútbol más exitoso de Europa, el Real Madrid, puso a todos sus jugadores en cuarentena después de que uno dio positivo. El gobierno checo dijo que volvería a imponer controles fronterizos y prohibiría la entrada a personas de 13 países, incluidos Gran Bretaña y varios en la Unión Europea. Eslovaquia cerró sus aeropuertos internacionales y centros de transporte terrestre.

Incluso el remoto Monte Everest se estaba cerrando. Las autoridades chinas de alpinismo cancelaron las escaladas de primavera desde su lado de la montaña, mientras que en Nepal, los operadores dijeron que las cancelaciones estaban llegando.

Los europeos se estaban adaptando a las restricciones de viaje estadounidenses, que afectaron algunas de las rutas más transitadas del mundo y arrojaron planes de viaje al caos.

“Nos íbamos a casar en Las Vegas, con Elvis. Sería épico ”, dijo Sandrine Reynaert, una parisina que tuvo que cancelar la ceremonia del 20 de abril. Su futuro esposo ya tiene la fecha grabada en su anillo.

Gran Bretaña e Irlanda estaban exentas, a pesar de imponer muchas menos restricciones en respuesta al virus que muchos países de la UE, lo que plantea dudas sobre la coherencia de la política estadounidense. Trump acusó a Europa de no actuar lo suficientemente rápido como para abordar el "virus extranjero" y afirmó que los viajeros europeos "sembraron" grupos estadounidenses.

En todo Estados Unidos, donde los casos ahora suman más de 1.300, el sentido de urgencia era generalizado.

Las escuelas vacías de estudiantes y los cubículos del lugar de trabajo quedaron vacíos. Un rito de la primavera, el torneo NCAA de baloncesto universitario fue cancelado, mientras que la NBA y la NHL también decidieron que sus profesionales no jugarán en absoluto por ahora. Major League Baseball canceló el entrenamiento de primavera y pospuso el día de apertura por al menos dos semanas.

En Nueva York, el Museo Metropolitano de Arte, el Carnegie Hall y la Metropolitan Opera fueron cerrados, mientras que los teatros de Broadway también se apagaron. Los programas de televisión grabados sin público y las multitudes desaparecieron del metro de la ciudad.

Los conciertos fueron cancelados en todo el mundo.

"La idea de escuchar y experimentar música juntos desapareció, por ahora", escribió el pianista ruso-alemán Igor Levit después de dar un concierto en vivo en la plataforma Periscope de Twitter. "" Es necesario, pero muy triste ".

En todo Estados Unidos, las familias se agacharon, preguntándose qué vendría después.

"Si nos evitamos y escuchamos a los científicos, tal vez en unas pocas semanas será mejor", dijo Koloud "Kay" Tarapolsi de Redmond, Washington, quien tiene dos niños cuyas escuelas cerraron el jueves.

A medida que la pandemia se apodera de Europa y Estados Unidos, continúa disminuyendo en China, donde los primeros casos de COVID-19 surgieron en diciembre. Informó un mínimo histórico de solo 15 casos nuevos el jueves. Hasta ahora, más de las tres cuartas partes de los pacientes de China se han recuperado.

La recuperación para casos leves demora aproximadamente dos semanas. Según la OMS, los casos más graves pueden demorar de tres a seis semanas.

Entre los que dieron positivo recientemente se encontraban el doble ganador del Oscar Tom Hanks y su esposa Rita Wilson en Australia; La defensora de la Juventus Daniele Rugani en Italia; El vicepresidente senior de Irán y otros dos ministros del gabinete; y el ministro de igualdad de España.

Para Natalina De Santis, de 83 años, el miedo a los gérmenes la llevó a renunciar a todas las visitas de sus tres hijos adultos. Ella insiste en que dejen paquetes de cuidado afuera de la puerta de su casa en Roma, luego va al balcón a saludar.

"Si me enfermo, ¿qué harían mis hijos?" ella dijo en una entrevista telefónica. "Tendrían que venir, no podrán dejarme en paz".