Bandera
M uy serio, el profesional comentó que "ojalá no ocurra aquí lo que sucedió en Boquete, donde la presencia de extranjeros afectó la tranquilidad y el ambiente
M uy serio, el profesional comentó que "ojalá no ocurra aquí lo que sucedió en Boquete, donde la presencia de extranjeros afectó la tranquilidad y el ambiente de ese sector". Agregó que algunos boqueteños vendieron por miles de dólares sus casas y fincas. Luego de disfrutar de lujos se dieron cuenta de que perdieron la esencia que daba valor de vida al lugar. Comentamos que no solamente en Boquete subió el costo de la vida. También se ha perdido algo de la nacionalidad panameña. Antes en cualquier fonda o restaurante le mostraban un menú en español. No le extrañe ahora que le den uno en inglés, como me sucedió hace años. ¿Progreso? ¿Modernismo? ¿Hay que aprovechar el "boom" de turistas llenos de plata que quieren comprar la belleza natural, la paz y el buen ambiente para vivir?
"No, eso no sucederá en el Valle de Antón", indicó el profesional agropecuario. Explicó que ese sitio tiene fincas y viviendas de gente pudiente de la capital, que no necesitan venderlas "encandilados" por los billetes verdes. Pero... en estos momentos en El Valle de Antón a la par de un mejoramiento de sus calles, limpieza de quebradas, museo y desarrollo turístico, vimos hace días varias fincas con letreros "Se Vende". No estamos en contra de recibir a extranjeros en lugares hermosos. Pero debemos evitar que ese "progreso" termine con el tesoro de tener buenos "lugares bajo el sol" y un nivel de vida barato. Conocemos El Valle de Antón desde hace más de 60 años. Era un lugar "mágico", lleno de árboles, fresco, lluvia ligera (bajareque), gente sencilla, trabajadora, que daba los "buenos días" al pasar al lado.
No podemos oponernos al progreso visto en modernos supermercados, hoteles, restaurantes, centros de diversión, proyectos de uso turístico, bancos, etc. Que eso no destruya El Valle cuidado por la India Dormida con carreteras bien atendidas, con señalizaciones mejores que algunas en la capital. Alguien en "secreto" me indicó que ya los "malos pasos" de la droga están llegando al poblado, afectando a los jóvenes. Ojalá detengan esto. Mirando la cumbre de una montaña, mi esposa señaló que habían puesto una bandera política. Comenté "¡ahora sí se fregó El Valle!"