Opinión - 14/8/17 - 12:00 AM

Comunicación, un encuentro

Por: Alfonso Echávarri Gorricho Psicólogo -

Durante mi etapa escolar se nos decía que los elementos claves de la comunicación son tres: emisor, mensaje y receptor. Es decir, que al menos hay dos personas con algo que compartir.

Ningún mensaje comunicativo es neutro, ya que implica la peculiar manera de entender el mundo y de filtraje de la realidad que cada ser humano posee, fruto de su propia biografía, del medio social en el que vive y de las limitaciones propias de su fisiología.

La biografía de cada persona delimita en gran manera la forma de comunicarse. Contiene desde el entramado de influencias dado por aquellas figuras que han sido importantes como toda la riqueza de experiencias de interacción que la persona ha ensayado durante su vida. Las personas que han estado a nuestro lado y que han tenido cierta significación para nosotros nos han transmitido su particular manera de procesar determinados acontecimientos, tanto a nivel racional como emocional.

Con una alta probabilidad, algunas de sus maneras e ideas las hemos hecho nuestras a través de un proceso de asimilación, lo que puede suponer un ahorro en el aprendizaje durante el desarrollo. Pero también supone que algunas de nuestras ideas no son enteramente genuinas, sino más bien depositadas por otros. No son enteramente nuestras. Sin embargo, ahí están y se manifiestan en el encuentro comunicativo. Lo que son nuestros son los conocimientos adquiridos a través de diferentes interacciones con el medio exterior que se producen a lo largo de nuestra vida, que junto a lo recibido conforman el modo particular en el que nos comunicamos con los otros.

También cobra importancia la influencia del medio social en el que se vive. Podemos decir que existe una forma de entendimiento común dependiente de la sociedad en la que cada persona está inmersa.

Cuando hablamos de comunicación humana no nos referimos sólo a lo que se dice, sino también a cómo se dice. Y también a cómo se recibe, es decir, a la disposición del receptor hacia el mensaje emitido.

La comunicación humana es un encuentro entre personas en el que se regala algo tan preciado como es el tiempo. Una vez oí decir que el ser humano está hecho de tiempo. Y por lo tanto quien dona su tiempo, está donando parte de su vida en ese encuentro. En demasiadas ocasiones la comunicación humana se convierte en un simple cuento unidireccional en la que sólo se busca soltar la propia historia sin importar ninguna otra cosa. Nosotros reclamamos un encuentro en el que se produce la acogida y a partir de ahí, todo el emisor, mensaje y receptor que queramos.