Opinión - 17/8/17 - 12:00 AM

Corregiduría

Por: Por: Alfonso Zamora -

Con el reemplazo de la figura del corregidor por el juez de paz, se cierra un capítulo oscuro de nuestra historia.

En sus funciones, algunos personajes cometieron violaciones a los derechos humanos y sirvieron de instrumento para la persecución de los opositores, algo que las nuevas generaciones desconocen.

Antes de 1968 existieron corregidores famosos por sus arbitrarias decisiones, que atentaban contra las normas del derecho más elemental.

Estos tribunales fueron parte de los tentáculos de la Guardia Nacional o las Fuerzas de Defensa que manejaban a su antojo sus decisiones.

Poco tiempo después del golpe de Estado por parte de los militares, sirvieron para justificar detenciones de quienes se oponían al régimen.

Un caso de trascendencia fue la detención del dirigente Floyd Britton, arrestado y condenado sin motivo, durante los primeros días que siguieron al derrocamiento de Arnulfo Arias.

Britton fue conducido a la isla penal de Coiba, junto a otros doce opositores, entre los que iban varios militantes panameñistas.

Hay que agregar que esta institución, que desaparece el próximo año, fue foco de corrupción y todo tipo de fechorías.

La vuelta a la democracia tenía una deuda con la justicia comunitaria, que ahora se cierra con la nueva figura de los jueces de paz.

Debemos vigilar que esta transformación no sea de nombre, tal como lo señala Magaly Castillo, de la sociedad civil.