Opinión - 18/7/14 - 10:56 PM

Cuento chino

D esde el pasado 1 de julio, algunos comentólogos, periodistas y medios de comunicación afines al varelismo comenzaron una campaña publicitaria de querer vender que Panamá es

Carlos Christian Sánchez

D esde el pasado 1 de julio, algunos comentólogos, periodistas y medios de comunicación afines al varelismo comenzaron una campaña publicitaria de querer vender que Panamá es el País de las Maravillas y todo es color de rosa. Que ya no hay problemas, pese a las penurias del pueblo en materia social, la inseguridad, el transporte y ahora el encarecimiento de la canasta básica familiar. Todo es un cuento chino.

Igual que el Panamá que venden los desinformadores, también la Atlántida vivía en completa felicidad hasta que se hundió en un día y una sola noche en el océano. Mentir a la gente con sus falsas promesas de campaña, tarde o temprano les volverá a ellos con la fuerza del búmeran de la verdad.

El inminente incremento de la tarifa eléctrica, la proyectada reducción de los subsidios del gas licuado y los programas sociales del Gabinete ‘yeyé’ solo provocarán más rechazo entre sus seguidores; el electorado que los llevó al poder con el tema polémico de la congelación de precios de los productos alimenticios sensitivos.

Solo basta ir a las abarroterías de los asiáticos, las carnicerías de la esquina y las tiendas del interior de la República para ver la realidad de las cosas. Aunque tienen la pancarta del control de precios del varelismo, muchos pequeños comerciantes no cumplen con la medida. Hay desabastecimiento, no venden el producto deseado y se burlan de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco).

Mezclar la política revanchista del panameñismo con la medida draconiana del control de precios repercutirá en el desarrollo económico del país. Y sume a esto la cuasi eliminación de la Autoridad Nacional de los Ingresos Públicos, cuya autonomía y efectividad en el cobro de impuestos a evasores inescrupulosos es reconocida por organismos financieros internacionales y hasta los Estados Unidos. Corre el riesgo de que la inversión extranjera se frene ante los cambios bruscos y poco profesionalismo de los nuevos gobernantes. Bueno, usted votó por estas nuevas autoridades, aguante parejo.

Pero lo más peligroso es tratar de demeritar los logros obtenidos con el pasado gobierno, solo por politiquear, ante el electorado. El panameño vive para el momento, no piensa a futuro y pronto se despertará al ver que no se cumplen sus expectativas. Recordarán la alternabilidad, prefiriendo siempre votar por la oposición al régimen de turno.

Veremos qué pasa en el camino. Trabajen, no queremos más cuentos chinos. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigos…