Cuidado con productos y servicios falsos
En el país ingresan productos de buena calidad, pero también algunos que pueden resultar fraudulentos. Asimismo, existen servicios dudosos que buscan la manera más rápida de atraer clientes.
Entre muchos de estos productos se encuentran pastillas o cremas para adelgazar rápidamente, tratamientos "efectivos" para evitar la caída del cabello, cápsulas "milagrosas" para "curar" ciertas enfermedades, pomadas "rejuvenecedoras con la fórmula secreta", entre otros que se anuncian por diferentes medios.
La comercialización y venta de productos que afirman prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar o curar enfermedades sin primero demostrar ante las autoridades de Salud que son seguros y eficaces para los usos indicados en su etiqueta constituye una contravención a la ley.
Estos pueden ser algunos ejemplos de productos fraudulentos que, además de lesionar la economía del consumidor, pueden incluso resultar dañinos para su salud. También hay que tener cuidado con aquellos servicios profesionales, tal como sucedió con las llamadas clínicas estéticas atendidas por no idóneos y extranjeros.
Si usted ha adquirido algún producto que no rindió el resultado que aseguraba su publicidad, puede presentar su queja ante la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia para su debida investigación. Así también sobre la publicidad engañosa, en la prestación de algún servicio que le ofrezcan. Es importante presentar prueba del anuncio y documentos de la transacción. Y en caso de dudas sobre algún medicamento u otro producto cosmético y la idoneidad de los profesionales de salud, denúncielos ante el Ministerio de Salud.
Además, es recomendable analizar la información, buscar el periodo o término de la oferta; identificar el artículo que se promociona y bajo qué condiciones se anuncia. Llamar e informarse en la empresa para confirmar la veracidad del anuncio y buscar si aparece la información sobre la disponibilidad del bien anunciado.
Tenga mucha precaución con aquellos vendedores de supuestos artículos innovadores, que abundan y utilizan las redes sociales, para comercializar los mismos. Muchos consumidores que han sucumbido a esas compras han presentado sus quejas ante las autoridades de protección al consumidor, pero es poco lo que se puede hacer porque no hay documentación, tales como factura ni certificación de la existencia de los agentes económicos. Solo queda la alternativa de presentar una denuncia por estafa y otros fraudes ante el Centro de Recepción de Denuncias del Ministerio Público.
Sea cauteloso y evite caer en manos de personas inescrupulosas que comercializan productos y servicios fraudulentos a través del internet.