Diarrea por estrés
Las preocupaciones cotidianas a las que nos vemos expuestos pueden derivar en diversas alteraciones de nuestro flujo gastrointestinal, tanto así que en periodos de estrés o ante la llegada de acontecimientos que nos generen estrés, nuestro sistema digestivo puede verse afectado.
La diarrea es una de las condiciones estomacales más comunes que afecta aproximadamente a una de cada cinco personas. El ajetreado ritmo de vida y las fuertes presiones a las que nos vemos sometidos en el trabajo e incluso en casa pueden derivar en episodios de diarrea.
Cuando estamos nerviosos o estresados, nuestro organismo produce cortisol y adrenalina, que en altos niveles afectan nuestro sistema nervioso, lo que da lugar a la aceleración del movimiento intestinal. Es entonces cuando nuestro organismo comienza a absorber menos líquidos y nutrientes, lo que hace que aparezcan episodios diarreicos.
Nuestro intestino se compone de músculos que se contraen y relajan, y son además los responsables del flujo intestinal. Cuando esos movimientos de los músculos se ven acelerados, nuestro organismo tiende a expulsar más rápidamente, lo que hace que las defecaciones sean más acuosas y frecuentes.
Para prevenirlo y controlarlo, hemos de reducir los niveles de estrés que los causan. Aprender a manejar el estrés mediante las distintas técnicas o métodos de relajación es necesario para controlar estos episodios, por lo que es muy aconsejable la visita a un psicólogo para que nos enseñe cómo hacerlo.
Sin duda alguna, el ejercicio físico y una alimentación sana baja en grasas son del todo aconsejables para aquellas personas que sufren afecciones estomacales por nervios.