GRUPO DE PUEBLA

El Grupo de Puebla guarda similitudes con el Foro de San Pablo, que fue fundado en 1990 por Fidel Castro y el líder sindical Lula Da Silva, tras el colapso de la URSS. Sin embargo, la diferencia principal radica en su alcance geopolítico. Mientras el Foro de San Pablo reúne a partidos políticos y líderes de izquierda de América Latina y el Caribe, el Grupo de Puebla incluye a los mismos actores, pero se amplía a España. Ambos comparten una agenda común y objetivos políticos e ideológicos.

El cambio de estrategia:
La estrategia cubana de exportar la revolución mediante el uso de la fuerza y la toma violenta del poder, con un discurso ideológico, había fracasado. Tanto Lula como Castro comprendieron que la democracia, aceptada en Occidente, era la nueva tendencia. Llegaron a la conclusión de que la mejor manera de tomar el poder e implantar su ideología sería a través de procesos democráticos. El 4 de julio de 1990, el Foro de San Pablo se constituyó con la participación de 48 partidos y movimientos de izquierda, incluyendo a las FARC.

El renacimiento del socialismo en el siglo XXI:
El Foro de San Pablo, en su declaración, anunció la reinvención del socialismo para el siglo XXI, con los primeros resultados políticos notables en Venezuela con la elección de Chávez en 1998.

El uso de la democracia como herramienta política:
La democracia se basa en partidos políticos y elecciones libres y democráticas, pero se convirtió en una herramienta para establecer gobiernos de izquierda, elegidos democráticamente, pero que promovían su propia ideología. Esto dio origen al Foro de San Pablo, que utilizó partidos políticos como medio de lucha política ideológica, creando una amplia coalición de partidos y movimientos de izquierda comprometidos con una propuesta antineoliberal.

La voz de Fidel Castro:
Fidel Castro expresó sus opiniones el 12 de abril de 2000 en la Cumbre Sur, donde se reunieron presidentes y líderes políticos de 122 naciones en desarrollo miembros del Grupo de los 77. Castro habló sobre los problemas del neoliberalismo, que había multiplicado la inestabilidad, la especulación, la deuda externa y otros aspectos negativos.

El impulso a la lucha antiimperialista:
El Foro de San Pablo buscó avanzar con un plan de unidad de acción en la lucha antiimperialista y popular, así como establecer las bases de una nueva unidad e integración continentales.

Líderes condenados por corrupción:
Un denominador común entre los principales líderes fundadores del Foro de San Pablo es que la mayoría de ellos han sido condenados en sus países por actos de corrupción, especialmente relacionados con el escándalo de la empresa brasileña Odebrecht.

Gobiernos apoyados por el Foro de San Pablo:
En los últimos 23 años del siglo XXI, en América Latina y el Caribe han surgido gobiernos apoyados por el Foro de San Pablo. Entre ellos se encuentran Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Lula Da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Michelle Bachelet en Chile, los Kirchner Fernández en Argentina, Mojica y Tabaré Vásquez en Uruguay, Ernesto Samper, Juan Manuel Santos y Gustavo Petro en Colombia, Fernando Lugo en Paraguay, Ollanta Humala y Pedro Castillo en Perú, Daniel Ortega en Nicaragua, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén en El Salvador, y Andrés Manuel López Obrador en México.

El Grupo de Puebla:
Debido a los grandes escándalos de corrupción que han involucrado a la mayoría de los partidos políticos del Foro de San Pablo, así como a los fraudes electorales y ex presidentes encarcelados por el caso Odebrecht, han perdido terreno ante el avance de la centro-derecha en varios países. Esto ha llevado a una reestructuración en el Grupo de Puebla. A diferencia del socialismo del siglo XXI y del Foro de San Pablo, el Grupo de Puebla nació en julio de 2019, sin renunciar a la ideología subyacente de sus predecesores. Esta nueva estructura incluye políticos socialistas, como presidentes, expresidentes, candidatos presidenciales, ex ministros y legisladores, además de la incorporación de España.

Nueva narrativa y estrategia:
El Grupo de Puebla adopta una nueva narrativa que busca la toma de todas las instituciones del Estado, no solo el poder ejecutivo. Abandonando discursos anticuados, incorpora otras ideologías de origen marxista, como la ideología de género, el feminismo radical, el respeto a las diversidades y la protección del medio ambiente, temas que atraen especialmente a las jóvenes generaciones. Estas son las nuevas banderas y consignas del viejo comunismo camufladas bajo la narrativa del socialismo y la corriente progresista.

Conclusiones:
El Grupo de Puebla representa una evolución en la estrategia de los movimientos de izquierda en América Latina y el Caribe, que buscan alcanzar el poder y promover su ideología a través de la democracia y la toma de todas las instituciones del Estado. A pesar de los desafíos y los cambios en la política regional, estos grupos continúan siendo una fuerza influyente en la región.