Opinión - 08/1/16 - 12:00 AM

Historia

Por: Milcíades Ortíz Catedrático -

No estoy de acuerdo con un pensamiento del Himno Nacional. No creo que haya que cubrir con un velo el pasado, el calvario y la cruz. Eso sería negar la historia panameña, que es fuente de experiencias para las nuevas generaciones. No me canso de repetir al filósofo Santayana quien dijo que "los pueblos que no conocen su historia... están condenados a repetirla". Cuando como periodista fui en los años setenta a Alemania capitalista me llamó la atención que existieran institutos que estudiaban la época de los Nazis. Me explicaron que cada año se publicaban uno o dos libros sobre ese horrendo período de la historia alemana. Insistieron que era necesario que se conocieran las razones de lo ocurrido y sus consecuencias. Allá en Chupampa un "filósofo" que anda en cutarras diría que "no se puede tapar el sol con un dedo". La matanza del nueve de enero del año sesenta y cuatro del siglo pasado, fue algo que se veía venir. Panamá no era el paisito sumido en la pobreza y la falta de educación de 1903... Existían varias generaciones que se habían educado en la Universidad de Panamá. y otros centros de educación superior. Ellos comprendían que esa Zona del Canal era tener "otro país" dentro del nuestro. Nadie puede negar los beneficios que recibimos al convivir con la potencia más desarrollada del mundo. La circulación del dólar permitió el desarrollo y fue envidia de países de la región. Siempre insisto para esta fecha que el detonante de la masacre fueron los llamados "zonians". Algunos de ellos ya habían nacido aquí. Sus padres tenían una vida de privilegios en la Zona donde incluso las leyes eran de E.U. Por eso robar un mango era un "delito serio". Realmente los panameños no odiábamos a los gringos. Varias de nuestras mujeres se casaron con norteamericanos. También ciertos varones. En esa Zona existían buenos y numerosos empleos, que mejoraban la economía del país. Las luchas para que ondeara "una sola bandera" fueron numerosas. Participaron estudiantes de secundaria, universitarios, intelectuales y pueblo. Es una lástima que los afectados por los disturbios no tuvieran "algo" de la Zona cuando nos la entregaron. Ahora las clases de poder económico son las que disfrutan del modernismo de una ciudad de cien años con buenas calles y hermosa vegetación. "La lucha continúa" para los sectores populares en "otros frentes", a veces peores que los de la Zona del Canal.