Los atentados contra la cosa pública en Panamá
Así como ha quedado la directiva de la Asamblea, al iniciarse el primer periodo de las sesiones ordinarias de la quinta y última legislatura en este gobierno, podemos dar por sentado que toda esta cofradía amoral persistirá si la Contraloría General de la República no realiza su trabajo y si las investigaciones de las famosas planillas de los diputados quedan archivadas como cosa buena en los anaqueles de las autoridades pertinentes como a veces suele suceder en este país vencido por la corruptela.
Enumerar en cualquier orden los desfalcos, robos y peculados al erario público nos quitaría parte del precioso tiempo que vamos a estar bocarriba descansando en el cementerio. Así las cosas, e imitando a Decartes, acorralemos a un solo caso, uno de los más peludos, por ejemplo al del Seguro Social, porque tengo miedo que si llego a los 100 años de edad como mucha gente del corregimiento El Potrero de La Pintada lo está haciendo, no tendré mi chequecito de la jubilación en el 2048. Lo malo es que los jubilados panameños estamos lejos de saber qué clase de curacha satánica han bailado o están bailando los delincuentes que tienen en cuidados intensivos a esa institución, miren: Recientemente se está hablando de un desfalco de 300 millones de dólares. Se comenta que el déficit actuarial o el hueco financiero de IVM (Invalidez, Vejez y Muerte) al 2014 era de 10 mil millones de dólares y que la cifra exacta se sabrá en el 2019, y gente que tiene por qué saberlo dice que podría aumentar a 12 mil millones.
Por otro lado, es cierto que la política carroñera está metida en la CSS y que por eso y muchas cosas más no se puede botar a ninguno de los 31 mil empleados que allí trabajan, al parecer, de la forma más irresponsable posible, tanto es así que si la ACP se lleva a la mitad de esa planilla para reforestar la cuenca hidrográfica del Canal, nuestro futuro estaría realmente asegurado.
Ahora no todo está perdido, la próxima presidenta del país, conjuntamente con los diputados que no queden detenidos, bien podría resolver el problema de mi chequecito, eliminando la Ley 51 de 2005 que echó, mejor dicho desvió las cuotas de todos los nuevos asegurados, nada menos que hacia las arcas de aseguradoras privadas. Hay que regresar a la forma solidaria de antes del 2005. Con el desgreño y la corrupción no nos metamos que eso nos viene desde que Eva se asoció con la serpiente.