Más patrullas
Se ha informado de la aprehensión por parte de la Policía Nacional (PN), de un sujeto, presuntamente menor de edad, vinculado al reciente asesinato de una adolescente de ascendencia china, durante el asalto a un comercio en Pedregal.
No vamos a abundar sobre los golpes que por parte de la delincuencia han estado recibiendo estos laboriosos comerciantes, solo baste recordar el asesinato de cinco jóvenes en La Chorrera, hijos de empresarios orientales, uno de cuyos autores se escapó de la mano de la ley.
Lo cierto es que el comerciante de origen chino contribuye con el progreso económico del país, por lo que también merece la protección de nuestras autoridades, más aún cuando a merced de los delitos de que son frecuentes víctimas, parecen que se han convertido en un sector vulnerable de nuestra sociedad.
En un plano más general, el crimen de la joven retrata de cuerpo entero la realidad de sectores enteros de la geografía nacional, en la que se ha enseñoreado el delito, son sectores humildes, es verdad, pero ahí también residen familias decentes que merecen la protección de las autoridades.
El Gobierno debe entender que la Policía no es tropa de choque para atajar manifestaciones sociales, sino un ente perseguidor de los delincuentes y debe dotársele de los insumos para realizar su labor.
Una de las excusas más frecuentes con que se encuentra el ciudadano cuando llama a una estación de policial en pedido de auxilio es que al otro lado de la línea responden: “no tenemos patrullas” o “el patrulla está dañado”.
Es probable que sea verdad. Lo cierto es que la Policía necesita patrullas para vigilar las calles, nos han comentado -a guisa de ejemplo- que en Juan Díaz solo hay dos carros para vigilar todo el corregimiento, ojalá eso sea falso, pero si es verdad, ¡que Dios nos agarre confesados!