Opinión - 07/1/18 - 12:00 AM

Meses después del 9 de enero de 1964

Por: Por: Julio César Caicedo Mendieta - Domingo 07 de Enero de 2018 12:00 AM

Si Ud. busca y analiza los diarios panameños desde 1903 a 1964, se dará cuenta de que los sucesos del 9,10,11 y 12 de 1964 han sido únicos dentro de nuestra historia patria. Jamás pueblo y Gobierno se han unido por nada en este país, pues hasta en el referendo por la ampliación del Canal intereoceánico se dieron cruentas controversias y se gastaron toneladas de tinta en los periódicos y otra cantidad igual de saliva en las radios y televisoras.

Luego de que los estudiantes junto con el pueblo cayeron en una avalancha increíble sobre los policías zonians ese histórico Nueve de Enero del 64, reclamando por el incumplimiento pactado un año atrás para que nuestra insignia se izara en todos los lugares públicos de la “zona” junto con el emblema norteamericano, creció en todo el país una pasión inmarcesible que estamos necesitando con urgencia en estos momentos aciagos de encubrimientos, corrupción e impunidad. Veintidós difuntos panameños. El presidente rompió relaciones diplomáticas el mismo 9 de enero cuando el número de patriotas muertos sumaban diez, los policías gringos y los malcriados zonians fueron respaldados por el Ejército más poderoso del mundo que hizo gala de ráfagas de metralletas, cierres de avenidas, de vías como el Puente de las Américas y el corredor de Colón.

Tres meses de luchas diplomáticas fueron suficientes para que el señor presidente Roberto F. Chiari y su grupo de nacionalistas hicieran ver a los caras pálidas de EE.UU., que Panamá, además de identidad nacional, tenía el respaldo mundial, de manera que se llegara a una solución clara, a una definición precisa de los deberes y derechos de las dos naciones y resolver los problemas y diferencias. Pero los gringos continuaron provocando, quemando los libros de Cívica de Panamá, ah! Respaldados por mojigatos igualitos a esos que si no se entregan a los cubiches del comunismo fracasado, entonces se creen gringos. El analfabetismo histórico del Meduca son enemigos de nuestra identidad nacional, pero no se preocupen que los corruptos son menos.