Opinión - 28/2/17 - 12:00 AM

Morbo en las redes

Por: Yadira Roquebert Periodista -

Mensajes cargados de morbo, acompañados en ocasiones con imágenes conmovedoras, inundan las redes sociales con el fin de captar la atención de los usuarios de esta plataforma, ya sean amigos o seguidores. En ocasiones, la crudeza de imágenes se llega a transmitir al instante, donde incluso se exponen sucesos trágicos, que llegan a crear una masiva transmisión del mensaje, logrando tornarlo viral.

Ante esta situación, surgen las interrogantes: ¿Qué buscan con esta actitud? ¿Acaso se han detenido a pensar en el daño que hacen? o ¿Estamos rodeados de tanta indolencia que no se mide el dolor ajeno?

Frente a este morbo que se maneja a través de las redes sociales, sin considerar el dolor ajeno o el daño que pudieran ocasionar a terceros, inclusive a niños, es oportuno que esta nueva generación digital esté alerta frente a estos contenidos que tengan como objetivo tergiversar información en busca de intereses malsanos. Es allí donde los adultos responsables y los padres de familia deben dirigir su atención hacia la formación de sus hijos, donde no le den cabida a la presión de grupo, mas sí a establecer criterios fundamentados en valores.

Las redes sociales se han constituido en la vitrina del mundo. Con solo un clic, se observan imágenes y contenidos en los que cada quien quiere protagonizar su historia; lo negativo es cuando estas reseñas se convierten en dramas o tragedias que lleguen al alcance de menores, es allí que se le da un mal uso a esta plataforma, y es precisamente donde se pierde la conciencia social y el individuo se deshumaniza.

Hoy, fecha en que se celebra en mi Panamá, el país de las oportunidades, el último día de los Carnavales, los exhorto a hacer un alto al mal uso que se les da a las redes sociales. Midan las consecuencias que pueden surgir en familias cuyos miembros se han trasladado al interior del país para carnavalear o hacer turismo interno. Transmitir mensajes cargados de morbo tiende a despertar en unos la indignación ciudadana; en otros casos, deshumaniza a la población, acción que en nada beneficia a la sociedad, que es la que más pierde.