Navidad
La época navideña es de recogimiento y reflexión en el seno familiar, basada en el Nacimiento del Hijo de Dios que vino a dar su vida para la redención de nuestros pecados, en ese sentido, todo el significado de la Natividad del Señor se derrumba si no somos capaces de asimilar su sentido espiritual.
Es así, porque históricamente se nos ha hecho creer que la Navidad es solo recibir bienes materiales o celebrar en medio de una orgía de licor y desenfreno, como si fuera una fiesta pagana.
Jesús marca un antes y un después en el derrotero espiritual de la humanidad, pero el inicio de esa búsqueda arranca con una joven pareja que no encontró donde alojarse en medio del frío de Belén y fue un establo su único refugio, y el pesebre, el simbólico receptáculo de la nueva de la Natividad.
Dos mil años después de ese acontecimiento, la humanidad se debate en luchas de poderes e intereses micro y macro mundiales, todo en medio de un materialismo exasperante, en el que pareciera que no hay lugar para los valores que predicó el niño hecho hombre, en las áridas llanuras de Palestina.
Es necesario que los panameños retomemos el sentido cristiano de la Navidad y hagamos nuestro el simbolismo del Nacimiento de Jesús.
No se trata de celebrar en el sentido común de la palabra, con licor y bienes materiales para satisfacer caprichos pasajeros, sino de predicar justicia, amistad, solidaridad, honradez, buenas costumbres, pero también estar dispuestos a luchar contra las injusticias, “arrojar a los mercaderes del templo”, fusta en mano como lo hizo Jesús en su momento.
Navidad, fiesta de paz y amor, feliz Navidad para todos y que la paz del Señor descienda sobre vuestros corazones.