Pastor
La palabra pastor en la Biblia en ocasiones se usa como figura para designar a los dirigentes políticos y religiosos. De esta misma forma se usa la expresión “como ovejas sin pastor” para indicar la desorientación del pueblo y la carencia de liderazgo en sus jefes. Como nos dice el profeta: “Mi rebaño se dispersó por las montañas y colinas; el resto está disperso por todo el país, y nadie se preocupa o sale en su búsqueda. Por eso, pastores, escuchen la palabra de Yavé: Tan cierto como que yo vivo, dice Yavé, que si mis ovejas quedaron expuestas a los ladrones, si se convirtieron en presa de las fieras salvajes, la culpa es de los pastores. Mis pastores no se preocuparon de mis ovejas, se preocuparon de sí mismos, pero no del rebaño”. (Ezequiel 34, 5ss)
También el Evangelio usa la misma expresión cuando nos dice: “Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente, y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente”. (Marcos 6, 34)
En términos generales, usamos la palabra pastor para designar a los dirigentes religiosos. Y dentro de la Iglesia católica, a los obispos y sacerdotes. Sin embargo, esto deja por fuera la otra acepción que la Biblia nos muestra cuando designa pastor también a toda persona que tiene o goza de algún liderazgo. Y que ante Dios es responsable de dicho liderazgo.
Pero de esta misma forma debemos reflexionar cómo nosotros estamos manejando nuestro liderazgo. Preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo con la porción del rebaño que el Señor me ha otorgado? Todos somos pastores, todos tenemos a alguien que depende de nosotros de diversas maneras y tenemos que velar por la salvación de su alma.