Opinión - 02/11/17 - 12:00 AM

Patria

Por: Por: Alfonso Zamora Periodista -

Destruir la iglesia de Capira ha sido uno de los peores errores en este Mes de la Patria porque borra la primera parte de la vida de Victoriano Lorenzo.

Con el derrumbamiento de la iglesia capireña se podría perder también parte de la historia revolucionaria de Victoriano Lorenzo y los valores que profesaba.

Deberíamos imitar a México que preserva los murales donde se describen los hechos más importantes de la revolución que llevaron a cabo a principios del siglo pasado.

El general rebelde fue en sus inicios monaguillo en este templo y aprendió a leer y a comprender la realidad de la futura república.

Después de la victoria en la Guerra de los Mil Días, los conservadores mancharon la reputación de Lorenzo, calificándolo de bandolero, hasta que el gobierno de Omar Torrijos reivindicó su imagen.

La demolición de estructuras también nos hace recordar el desmantelamiento de la Casa Miller en Calidonia, que fue escenario de la cultura de los caribeños que vinieron para trabajar en la construcción del Canal de Panamá.

También eliminamos los nombres de la nomenclatura en inglés en la Zona del Canal (presencia estadounidense) y hoy nos quejamos de lo poco que sabemos del idioma de los colonialistas.

También desapareció el edificio del Casino en Perejil, donde estaba ubicado el Instituto Justo Arosemena, que era un área de extensión de la Zona y quedaba una casa de juegos de azar de los norteamericanos.

Por su parte, los colonenses han dado el ejemplo, al no permitir la demolición de la emblemática Casa Wilcox, situada en la zona urbana de la ciudad atlántica.

Con la demolición de estos edificios, en complicidad con las autoridades, se está atentando contra nuestra identidad nacional.