Patriotismo
Estamos en el Mes de la Patria, fecha en la que, sin duda, salen a relucir todas las manifestaciones de amor por Panamá, en forma de desfiles, dianas, espectáculos festivos, con que conmemoramos nuestra separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903 y la independencia de España el 28 de noviembre de 1821.
Los llamados próceres de 1903 actuaron por motivos patrióticos, y aunque existe una “leyenda negra, relativa al acto separatista y a las actuaciones de sus protagonistas, es innegable que en los hijos del istmo bullían los deseos secesionistas, concretados en 17 intentos fallidos y cuatro separaciones temporales.
Es por ello por lo que los actos de 1903 deben verse como el corolario del patriotismo latente y ansias de progreso social, de los habitantes del departamento de Panamá, ante el abandono en que nos tenía sumidos la metrópoli bogotana.
Extrapolando los hechos y motivaciones que dieron origen al movimiento secesionista, hoy los panameños necesitamos una nueva ‘separación’, pero esta vez de la indiferencia, el juegavivo y el oportunismo que tiene a nuestra sociedad sumida en un mar de corrupción.
Es así, porque las denuncias públicas de la corruptela de Odebrecht, que toca muy de cerca a allegados al actual mandatario e incluso a este, no pueden pasarse por alto, y si hay algo de amor patrio entre nuestros compatriotas, tal amor debe servir de acicate a la protesta pública para que desde lo alto del Gobierno se aclaren estas acusaciones de corrupción que manchan la actual gestión.
Tal actitud es a nuestro juicio un buen índice de patriotismo entre los panameños, recordemos que la Panamá no es una abstracción poética, sino una realidad socieconómica, un sistema de gobierno, y a los asociados nos corresponde proteger que ese sistema de instituciones no sean contaminados por la podredumbre de la corrupción. Interesarse en los problemas nacionales es hacer patria.