‘Presidente Etchelecu’
Si había alguna duda sobre las intenciones de los panameñistas de perpetuarse en el poder más allá del 2019, basta con observar el inconveniente “lapsus linguae” del presidente Juan Carlos Varela cuando en un reciente acto público llamó “presidente” a su ministro de Vivienda, confirmando así los fines electoreros que subyacen bajo la desaforada entrega de casas.
Sin duda alguna, se están utilizando recursos del Estado para promover la figura del “presidente Etchelecu”, lo que en buenas cuentas constituye una violación grosera al Código Electoral, que prohíbe que se hagan promociones políticas con recursos públicos.
Pero más allá de la prohibición legal, también salta a la vista la inmoralidad de la conducta política asumida por el actual gobernante, que en vez de darle una explicación al país sobre sus ya evidentes vínculos con el escándalo de Odebrecht, ha decidido adelantar la campaña electoral del 2019, violando una vez más la ley.
El populismo como conducta política y estilo de gobierno, en vez de educar al pueblo, lo vuelve perezoso y dependiente, lo que propicia que la corrupción se instale en lo más alto del Estado frente a la indiferencia ciudadana.
En Panamá hay muchos problemas sin resolver: obras inconclusas y paralizadas, escuelas que se caen, falta de oportunidades laborales, delincuencia y otras no menos graves, como para que Varela ande pensando en cómo pone a su titular de Vivienda en el Palacio de las Garzas. ¡Despierte, señor Varela, el país va en reversa!