Rascarse
Muy serio les dije a mis alumnos de Periodismo de la Universidad de Panamá: “Cuando caminen por los pasillos, tengan cuidado y no se rasquen las posaderas… ¡porque quedarán filmados! Ya instalaron cámaras de vigilancia en la facultad y el resto de la universidad. Algunos estudiantes se rieron pensando que era un chiste. Les hice un análisis sociológico dentro de lo que ciertos técnicos llaman sociedad “abierta”. Es aquella donde los ciudadanos han perdido mucha de su privacidad social. Esto se debe al aumento de la delincuencia en el mundo y el terrorismo en algunos países.
Las primeras cámaras de vigilancia aparecieron hace unos 30 años en entidades bancarias y sitios donde se jugaba mucho dinero. Por ejemplo, Mónaco, en Europa, y Las Vegas, en Estados Unidos. Nadie protestó porque era un mal necesario para la seguridad de las personas y entidades bancarias. Lo mismo sucedió poco a poco en nuestro país. Sin darnos cuenta, nuestra sociedad se convirtió en un escenario. Personas que no conocemos nos observan en cualquier sitio. ¡Todo se hace en nombre de la seguridad!
La alta tecnología comunicativa permite que desde remotos satélites vean lo que tenemos en las manos. Ello fue muy utilizado en la guerra de Vietnam y con los países árabes, por Estados Unidos. Volviendo a Panamá, las cámaras de vigilancia han servido para detectar a delincuentes a cualquier hora del día y la noche, lo que agrada a la comunidad. Las autoridades también vigilan cuando hay desórdenes callejeros identificando a los protestantes. Añada a todo esto, las cámaras de vigilancia individuales de los celulares. En el aspecto positivo han contribuido a que se conozca mejor los detalles de hechos de interés para la comunidad. (Claro que algunos irresponsables hacen mal uso de las cámaras…).
Se debe advertir que así como hay aspectos positivos por esta vigilancia contra la delincuencia, ocurren acciones negativas. Personas que hayan actuado de una manera especial pueden ser objeto de chantaje o burla al difundirse esas escenas. Todo dependerá de la honestidad con que actúen los encargados de vigilarnos. (¿Por qué no vuelve el programa de armas por alimento? Muchas armas ilegales salieron de las calles por este programa).