Recuerdan vida y muerte de Spadafora
Luego de 32 años de la muerte del médico guerrillero Hugo Spadafora, la Universidad Marítima Internacional de Panamá realizó un conversatorio en el que se hizo un análisis de lo que significó la vida y la muerte de este ciudadano.
El coronel Roberto Díaz Herrera, jefe encargado de las Fuerzas de Defensa el día en que asesinaron a Spadafora; Alida Spadafora, hermana del médico; el capitán y profesor José Luis Sánchez y el doctor Ricardo Velásquez conversaron sobre los hechos que rodearon el crimen que marcó al general Manuel Antonio Noriega y sus allegados. El mensaje inicial lo dio el rector de la Umip, Aládar Rodríguez Díaz, quien señaló que las universidades también tienen como misión orientar a la juventud sobre los acontecimientos históricos que se dieron en Panamá.
Los invitados al conversatorio señalaron, por unanimidad, que la muerte de, Hugo Spadafora fue el detonante que prendió la mecha y llenó de coraje y valor a muchos panameños para derrocar, años después, a Noriega. “Aunque fue a través de la invasión, lo de Spadafora permitió que la administración de Estados Unidos le retirara el apoyo que, durante años, le dio al general Noriega”, declaró Roberto Díaz Herrera.
Ricardo Velásquez fue un amigo muy cercano a Spadafora, al extremo que, para desviar cualquier trabajo de espionaje, en muchas ocasiones, el médico guerrillero se movilizó por Centroamérica utilizando la identidad de Ricardo Velásquez. Mientras se daba el intercambio de opiniones sobre ese acontecimiento, hizo su aparición la hija de Hugo Spadafora, Afrique Spadafora. Ella no quiso subir al escenario, pero agradeció las muestras de afecto, cariño y recordación que se le hacían a su padre.
Cuando se le preguntó a Alida Spadafora sobre el perdón a los asesinos de su hermano, declaró que el asunto no es de perdonar, el tema importante es no olvidar lo que aquí sucedió. Ella sostiene que muchos de los que participaron de la muerte de su hermano están vivos y no han enfrentado la justicia. “No conocemos toda la verdad”, agregó.
Díaz Herrera expresó que en los momentos de la muerte de Spadafora, su relación con Noriega era mala, por lo tanto, tuvo que actuar con pies de plomo para no levantar sospechas. Incluso aseguró que para esa fecha armó un golpe contra Noriega, pero los norteamericanos, a través de un general, le advirtieron que desistiera, pues ellos solo reconocían la figura de Noriega.
En una reflexión final, Ricardo Velásquez sentenció, de forma muy airada, que la peor democracia es mejor que una dictadura perfecta. El capitán y profesor José Luis Sánchez, quien para aquel día era miembro de las Fuerzas de Defensa, deploró lo sucedido y lamentó la muerte de Hugo Spadafora.