Sahumerios, fe y devoción
Durante la Semana Santa es común la proliferación de puestos de ventas de inciensos, hierbas aromáticas y otras esencias que constituyen una tradición entre el pueblo panameño.
Durante la Semana Santa es común la proliferación de puestos de ventas de inciensos, hierbas aromáticas y otras esencias que constituyen una tradición entre el pueblo panameño.
Un recorrido por estos puestos demostró que esta costumbre de los católicos panameños, lejos de disminuir, aumenta, tal vez debido a que los precios de estos sahumerios se han mantenido estables a través de los años.
En la Peatonal pudimos apreciar gran cantidad de puestos de venta, flores aducema con sándalo rojo, mirra, incienso, canela molida y en rajas, hojas de laurel, romero, azufre, caraña hedionda, sobrecitos con los llamados “7 inciensos”, carbón para encender el incienso.
Una anciana que tiene su puestito de venta en el área de Calle M, Calidonia, nos explicó que la cucharadita de cada uno de estos polvitos se vende en 25 centavos. Dijo que todos debían ser mezclados. También nos ofreció a un dólar el sobrecito amarillo con todas las esencias, conocido como “Los 7 inciensos”.
La caraña hedionda cuesta un dólar y la bolita de carbón 0.50. Todos estos productos se mezclan y se hace lo que comúnmente se conoce como un “sahumerio”.
Tradiciones
Estas tradiciones se pierden en la penumbra de la historia, pero sus defensores dicen que están en la Biblia y que se usan para ahuyentar los malos espíritus, “limpiar” la casa y atraer la buena suerte.
La doñita que nos atendió estaba de buen ánimo y para cooperar con ella le compramos un sobrecito de los “7 inciensos”. Al momento de pagarle lo hicimos con cierta aprehensión, ya que a falta de moneda suelta se le canceló con 20 dólares.
Ni corta ni perezosa, la señora sacó el vuelto de varios cartuchitos, que tenía distribuidos en distintas partes de su cuerpo. Por lo que se apreció, las ventas dan buenos frutos por la cantidad de dólares sueltos y “martinellis” que tenía en su poder.
Desde el Jueves Santo hasta la madrugada del Domingo de Resurrección se mezclan en una sartén todos los inciensos con carbón encendido y la caraña hedionda y luego se recorren todos los rincones de la casa para alejar los malos espíritus.
Superstición y paganismo
Para algunos esto es superstición y paganismo, pero para la inmensa mayoría del pueblo es una tradición que se ha transmitido de generación en generación, que cobra vigencia en Semana Santa y no hay indicios de que va a desaparecer.