Ticos
Las recientes elecciones en Costa Rica son el final de una revolución que se inicia en 1948, cuando el arzobispo Víctor Manuel Sanabria reta a los gamonales que explotaban a los campesinos e intenta un cambio social.
El prelado reunió a los comunistas y socialcristianos para impulsar reformas sociales, como la Caja de Seguro Social, Código de Trabajo y la nacionalización bancaria, entre otras.
Pero cometieron el error de hacer un fraude electoral contra el conservador Otilio Ulate, estallando la revolución que enfrenta a José Figueres, fundador del socialdemócrata Liberación Nacional, el socialcristiano Rafael Ángel Calderón y Manuel Mora, líder comunista.
Los izquierdistas toman el poder y llevan a cabo fusilamientos, pero desde la Zona del Canal, los gringos amenazan a Mora con una invasión para que abandone el poder.
Sanabria, frente a la amenaza de los gringos, negocia la entrega del poder a Figueres, a quien le pide el respeto por las conquistas populares, que mantuvo y fortaleció.
Figueres entrega el poder a Ulate y llega al poder nuevamente en los 50 y, posteriormente, en los 70, cuando cumplió con la legalización del partido comunista y el establecimiento de la embajada de Rusia.
Además, establece una ley de cogobierno con quienes se alternaban el poder, o sea los socialcristianos, en la formación de las juntas directivas con 4 miembros oficialistas y 3 opositores.
Con la repetición del Partido Acción Ciudadana (PAC) en el poder, los ticos cierran la época de las ideologías y las nuevas generaciones buscan otras forma de gobierno.
Hay que destacar que Otón Solís, fundador del PAC, fue de Liberación Nacional y enfrentó unas primarias, en las que la cúpula le cerró al paso evitando la reingeniería del colectivo.