Opinión - 28/2/16 - 12:00 AM

Una mujer resentida

Por: Rómulo Emiliani Monseñor -

Estoy harta de este hombre. Es un auténtico salvaje. Se encargó de arruinar mi vida. Es un descarado y sinvergüenza. Le robó a su madre, se enfrentó a sus hermanos; a ellos también les robó. Se quedó con dos empresas y un dinero de un depósito bancario que dejó su padre al morir; todavía se están peleando la herencia con abogados. Sé que se droga, que anda con varias mujeres. Creo que anda metido en negocios ilícitos y tiene como amigos gente de muy mala reputación. Vendió la casa donde vivíamos y nos mandó a mis tres hijos y a mí a un departamento. Estamos separados. Llega de vez en cuando a revisar cuentas y ver si los gastos están de acuerdo con su criterio. Nos regaña, nos insulta, nada le parece bien. Quisiera que se muriera. Yo misma tengo ganas de mandarlo a matar. No tengo paz en mi alma. Lo tengo siempre presente en mi corazón. Hay en mí una mezcla de miedo y odio, de asco y mucho dolor. Ese no era el hombre con quien me casé. Hace quince años era una persona tranquila y hasta religiosa, administraba una de las empresas del papá. Algo pasó con él. Sé que en un viaje de negocios fue a una isla del Caribe y allí asistió a unas sesiones de brujería con unos amigos. Vino cambiado, muy eufórico. Dijo que ahora sí iba a tener plata, que él no iba a ser empleado de su papá ni de nadie. Volvió a ir tres veces más a ese país y desde entonces anda con amuletos; asiste a reuniones con brujos de aquí. Claro, con sus picardías ha aumentado su fortuna, pero siempre anda intranquilo, nervioso, bravo y tiene guardaespaldas. No lo puedo ni ver. Dependemos de él, pues les paga los estudios a mis hijos y en un buen colegio. Cuando quiere les compra de todo y así los manipula.

Señora, el odio la va a ir deteriorando emocionalmente, por lo cual perderá totalmente su armonía interior. Su marido es víctima de su ambición desmedida y está atado a las tinieblas. Ese encuentro con brujos le ha arruinado su vida. Se metió en un terreno muy peligroso, ya que ha hecho alianza con el mundo tenebroso de Satanás. No digo que esté poseído, sino que está amarrado al mal. Sabemos que en ese ambiente de hechiceros y adivinos hay muchos charlatanes y personas que con mucho poder mental manipulan la conciencia de las personas y las hacen creer cosas que no son. Son mentirosos pero inofensivos. Pero también es cierto que algunos de ellos han hecho alianza con Satanás y sí manejan poder maligno y hacen que sus víctimas hagan pactos con el diablo. Esos son peligrosos porque hacen de medio para que el poder del mal se apodere en algo de la conciencia de las personas. Y es verdad, comienzan a tener más dinero y poder, pero todo lo hacen con trampas, sin importar perjudicar a cualquiera, incluyendo a familiares. Este puede ser el caso de su esposo.

Le digo lo siguiente: tiene que reforzar su vida cristiana, urge un encuentro más profundo con Jesucristo. Usted está lidiando con el mal que está dominando a su marido. Necesita de la protección del Señor, de su iluminación y fortaleza. Acostumbre a sus hijos a orar en familia. No dejen de asistir a la eucaristía. Les aconsejo se congreguen en una comunidad cristiana. Cuando llegue su marido a casa, cúbranse con la Sangre de Cristo. No deje que el miedo la domine.

Pero le voy a pedir algo: como también usted está amarrada al mal, ya que ha dejado que el odio domine su corazón porque ha llegado al extremo de desear la muerte por asesinato de su esposo, le pido que busque liberarse de esa atadura interna que la domina. Esa enfermedad espiritual del odio la va a ir deteriorando emocionalmente, por lo que perderá totalmente su armonía interior. El odio la irá desquiciando. Si a eso añade el miedo que le tiene a su marido, usted terminará extenuada, sin energías, y se irá envejeciendo rápidamente. No gana nada con esos sentimientos tan dañinos. Despójese de eso. Necesita la fuerza del poder de Cristo y la ayuda profesional de la psicología para vencer todo eso negativo que hay en usted.

Y le aconsejo que mientras menos contacto tenga con este señor, mejor. Es recomendable que por protección suya haga los trámites del divorcio, ajuste una pensión adecuada para usted y sus hijos, y si hay que vivir más austeramente, pues está bien, con tal de no tener contacto con él. Eso sí, perdónelo, ore mucho por él para que Dios lo libere y recuerde que con el Señor usted es invencible.