Y Dios estuvo allí
Desde hoy y hasta el domingo 20, las letras están de fiesta en mi Panamá, el país de las oportunidades, con el inicio de la Feria Internacional del Libro, evento cultural organizado por la Cámara Panameña del Libro y que alcanza su XIII versión, promoviendo la cultura y donde los escritores nacionales tenemos una vitrina para presentar nuestras obras literarias; evento que cada vez despierta más el interés de la población.
En el Centro de Convenciones Atlapa, convertido desde hoy 15 de agosto, fecha en que se conmemoran los 498 años de la Fundación de la Ciudad de Panamá, en el punto de encuentro para disfrutar de la cultura en sus diversas manifestaciones, así como adquirir obras de escritores nacionales e internacionales, toda vez que este año Colombia es el país invitado, para conmemorar las Bodas de Oro del clásico de Gabriel García Márquez, “Cien Años de Soledad”.
Con una relación que data de años con este encuentro cultural, donde a través de una empresa transnacional me correspondió promover las obras literarias de escritores nacionales e internacionales, esta vez, la vida me lleva a ser una protagonista más de la Feria Internacional del Libro de Panamá, cuando me estreno como escritora, con la propuesta literaria titulada: Y DIOS ESTUVO ALLÍ.
Con la experiencia adquirida como periodista, relacionista público y columnista de este diario, ahora será mi estreno como escritora, ofreciéndole al público una producción que recoge 28 testimonios reales, que se inicia con una experiencia personal, donde la fe y la esperanza son temas centrales, relatados por personas que sintieron su vida en peligro, y que ante esta dificultad, la presencia de Dios fue determinante para restablecerle la salud.
En ocasiones en que el Señor les restablece la salud a los pacientes, los deja con la conciencia y la experiencia de haber recibido algo más que la sanidad; de allí que ante la advertencia y el peligro de perder la vida, llegan a sentir que verdaderamente deben corregir su actitud ante la vida, fortalecidos en el amor que brinda la familia.
Y DIOS ESTUVO ALLÍ ofrece, a través de su lectura, el poder ver la vida de otra manera y experimentar una gracia extraordinaria, como lo es el reconocer que existe un Dios que nos cuida y que nos cumple su promesa en el tiempo perfecto.