Yamal de fiesta con enanos: "Disfruto de mi vida y ya está"
El pasado 13 de julio, en una finca en Cataluña, Lamine Yamal, el delantero del Barcelona, celebró su cumpleaños número 18 con todo, pero la situación se salió de control.
Lamine Yamal, delantero del Barcelona, aseguró ayer miércoles al ser preguntado por la polémica por su fiesta de 18 cumpleaños, que fuera del fútbol disfruta de su vida y no hace caso de los comentarios que se puedan hacer sobre él.
"Al final, yo trabajo para el Barça y juego para el Barça pero, cuando estoy fuera de la Ciudad Deportiva, disfruto de mi vida, y ya está", ha afirmado a los medios tras firmar su renovación hasta 2031.
Yamal ha dicho vivir ajeno a los comentarios que puede hacer la gente sobre su estilo de vida, como por ejemplo, la fiesta por su 18 cumpleaños que organizó el pasado sábado a la que asistieron más de 200 invitados y para la que contrató como animadores a personas con acondroplasia.
El pasado 13 de julio, en una finca en Cataluña, Lamine Yamal, el delantero del Barcelona, celebró su cumpleaños número 18 con todo, pero la situación se salió de control.
A este evento llegaron conocidas figuras del deporte, música y streaming, de la talla de Pau Cubarsí, Marc Casadó, Raphinha, Robert Lewandowski, TheGrefg, Quevedo, Bizarrap, Duki, Nicki Nicole, Ozuna, Bad Gyal y más personalidades.
La cita tuvo duros protocolos de seguridad y se aseguró que los asistentes dejaran sus celulares para evitar filtraciones.
Sin embargo, las alarmas por la contratación de personas con enanismo para animar la fiesta. Un acto que fue denunciado por la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo.
La organización apuntó que se vulneró la legislación vigente y se transgredieron valores éticos con esta práctica.
“Durante el cumpleaños del joven futbolista se contrató a personas con enanismo únicamente para actividades de espectáculo y reclamo. Para ADEE, este tipo de prácticas resulta intolerable porque perpetúa estereotipos, alimenta la discriminación y menoscaba la imagen y los derechos de quienes tienen acondroplasia u otras displasias esqueléticas, así como de todas las personas con discapacidad”, explicaron.
Uno de los trabajadores contratados, en entrevista con medios españoles pidió mantener el anonimato, le bajó el perfil a lo sucedido: “Sabemos nuestros límites y nunca los sobrepasamos: no somos monos de feria. Bailamos, repartimos bebidas, hacemos magia... hay muchos tipos de espectáculos”.