Comisión de Alto Nivel enfrenta crisis y promete soluciones

¡Llegaron con las botas puestas! Una Comisión de Alto Nivel enviada por el presidente José Raúl Mulino aterrizó este lunes en Changuinola, decidida a escuchar al pueblo y poner orden en Bocas del Toro, una provincia que viene sufriendo por conflictos laborales, cierres de calle y el abandono de una de sus principales empresas.

Conformada por varios ministros de Estado, la delegación se reunió con líderes del comercio, transporte, turismo, agro y educación, prometiendo un plan de acción que alivie la situación de miles de bocatoreños.

“Venimos a traerles buenas noticias y a decirles que no están solos”, soltó Juan Carlos Orillac, ministro de la Presidencia, quien no se guardó nada y le tiró con todo a quienes —según él— “venden humo” y juegan con la necesidad de la gente.

Orillac fue claro: “La mayoría quiere trabajar y salir adelante, pero hay un grupito que prefiere el caos, mintiéndole a los trabajadores sobre la Ley 462 del Seguro Social”. El ministro denunció que han manipulado al pueblo con discursos falsos que lo único que hacen es frenar el desarrollo de la provincia.

Chiquita se va… y la culpa ya tiene nombre

Por su parte, la ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, confirmó que la huelga bananera fue declarada ilegal en segunda instancia. ¿El resultado? Chiquita Brand se va de Bocas, dejando a decenas sin trabajo.

“Ya no hay oficina administrativa en Panamá, y 60 trabajadores fueron desvinculados. Esta semana vienen más despidos”, advirtió la ministra con tono serio.

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Muñoz fue más allá y señaló directamente a los responsables: “Un grupo de supuestos líderes ha saboteado el esfuerzo del Gobierno y del pueblo... ¡y ahora pretenden culpar a los demás!”

La funcionaria recalcó que el presidente Mulino está comprometido con mejorar la salud y el empleo en Bocas, pero no con chantajes. “Aquí no hay espacio para los que quieren mantener a Bocas estancado. ¡Los bocatoreños son más y merecen respeto!”, gritó con firmeza.

¿Y ahora qué?

Los sectores productivos —desde los boteros hasta los productores de banano— participaron en la mesa de trabajo con la esperanza de que “las promesas no se queden en papeles”. La gente está cansada, la tensión se siente en las calles, y la salida de Chiquita ha sido un golpe duro.

El Gobierno prometió un plan integral para rescatar la economía bocatoreña, reactivar el turismo, reforzar la salud y romper el círculo de manipulación política que tiene a la provincia “atada”.

¿Lograrán hacerlo? Eso está por verse… Pero lo que sí está claro es que Bocas del Toro no aguanta más juegos.