Martinelli envía carta al procurador Caraballo

En la misiva, el exmandatario explica las revelaciones del perito Luis Rivera Calle, donde deja claro como se armó el proceso por órdenes del Consejo de Seguridad.
El Procurador General de la Nación, Javier Caraballo dio detalles de esta operación.

El Procurador General de la Nación, Javier Caraballo dio detalles de esta operación.

Por: Redacción / Crítica -

El expresidente Ricardo Martinelli envió una carta al procurador de la Nación encargado, Javier Caraballo, donde detalla todas las ilegalidades cometidas en el proceso que se le sigue por supuestos pinchazos.
En la misiva, el exmandatario explica las revelaciones del perito Luis Rivera Calle, donde deja claro como se armó el proceso por órdenes del Consejo de Seguridad.

Destaca en la carta: "Con esta misiva se le hace entrega del audio-video del testimonio rendido por el perito Luis Rivera Calle, quien de manera contundente explicó detalles inéditos hasta hoy, de cómo se fraguó en el despacho de la entonces procuradora Ana Belfon, una componenda al margen de la ley para plantar, manipular y alterar evidencias tendientes a justificar un proceso penal en mi contra".
Le recuerda que "como usted sabrá para aquel momento el suscrito era diputado del Parlamento Centroamericano y, por tanto, mi juez natural, si se me quería investigar y procesar era exclusivamente la Corte Suprema de Justicia de la República de la Panamá".

Indica que: "Los detalles pormenorizados que brinda el perito del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses da cuenta de una reunión en el despacho de la procuradora, donde participaron el fiscal auxiliar, Marcelino Aguilar, ex exdirector del Consejo de Seguridad, Rolando López, el subdirector del Consjeo de Seguridad, Jacinto Gómez, entre otros":

"Ahí se le dijo al perito Rivera Calle, que yo era objeto de la investigación y que debía mantener en secreto todo lo que ahí se habló", continúa diciendo la redacción.

Agrega que: A partir de ese momento, el comisionado y jefe del Consejo de Seguridad, Rolando López tomó el control de la investigación, sin autorización del fiscal, llegando al punto de amenazar, amedrentar e indisponer a todo aquel que se opusiera a sus directrices".

Plantea en la carta: "Lo anterior, no solo es ilega, sino que es fiel reflejo de la violencia institucional que el Estado descargó sobre mi en un proceso amañado, torcido y fabricado en las entrañas de la estructura del poder político".


 

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