¡SE PRENDIÓ LA VAINA!

Antimotines y manifestantes se enfrentaron violentamente durante horas en la ciudad de Santiago.
Foto: Moisés González / Twitter: @moroo29

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¡SE PRENDIÓ LA VAINA!

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¡SE PRENDIÓ LA VAINA!

Por: Redacción / Crítica Impreso -

Santiago fue el centro de una batalla campal entre antimotines y manifestantes que desde hace casi tres semanas bloquean la vía Interamericana. El centro de los choques fue un puente sobre la transitada carretera.

Hubo de todo. Gases, perdigones, piedras, un bebé de dos meses que casi se asfixia por los gases, tres antimotines secuestrados y luego rescatados, manifestantes con el labio partido por los impactos, gente que exhibía como trofeos los escudos metálicos y garrotes que le arrebataron a los policías.

Los manifestantes también se apoderaron de un carro de policía y lo destruyeron.

Después de más de tres horas de batalla, los manifestantes recuperaron el simbólico puente y la escena era como una zona de guerra con barricadas incendiarias y gente portando banderas.

El bebé afectado por las lacrimógenas está estable. Se mantiene en observación en la policlínica "Dr. Horacio Díaz Gómez", en Santiago, reportó la CSS. La Policía informó que rescataron a los cabos Jorge Vergara, Jeral Samaniego y Katerine Azcarraga privados de su libertad en una residencia ubicada en el sector de Las Delicias, distrito de Santiago.

A 105 kilómetros de distancia, en Penonomé, el arzobispo de Panamá, José Domimngo Ulloa, por fin había logrado sentar en una mesa única a dirigentes de las Alianzas Pueblo Unido por la Vida, Nacional del Pueblo Organizado (ANADEPO) y a los grupos organizados en la comarca Ngöbe-Buglé.

El propio Ulloa repudió la represión en Veraguas, cuando se inicia un diálogo, pero destacó que a pesar de los obstáculos, era fundamental facilitar una mesa única para encontrar verdaderas soluciones a los problemas que aquejan a los panameños.

El sindicalista Saúl Méndez consideró que reprimir media hora antes de arrancar un diálogo, era un acto de provocación, de revancha vil y salvaje contra la población por parte del gobierno.

La representación indígena reclamó de inmediato -para sentarse a la mesa- el retiro de los antimotines del área de protestas en Santiago.

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