Sucesos - 14/10/25 - 12:39 PM

Un pueblo entero llora a Selinda Córdoba, víctima de femicidio

La tragedia ocurrió el pasado domingo en el área de Pocrí de Aguadulce, donde Oliver Bladimir Cortez (25 años), atacó sin piedad a la muchacha, arrebatándole la vida en circunstancias aún bajo investigación.

 

Por: Thays Domínguez / Crítica -

Panamá- Paritilla, en la provincia de Los Santos, es un pueblo entero que lloró la partida de Selinda Córdoba Batista, la joven de apenas 21 años que fue brutalmente asesinada por su expareja, Oliver Cortés Rodríguez, de 25 años, en un hecho que estremeció al país

La tragedia ocurrió el pasado domingo en el área de Pocrí de Aguadulce, donde Oliver Bladimir Cortez (25 años), atacó sin piedad a la muchacha, arrebatándole la vida en circunstancias aún bajo investigación. En su natal Paritilla, la iglesia Santa Rosa de Lima quedó pequeña ante la multitud que acudió para darle el último adiós. 

Las mismas calles donde años atrás Selinda jugaba y reía, hoy la lloran entre flores, rezos y un profundo silencio. Entre llantos y aplausos, el féretro fue cargado a pie hasta el cementerio local, en una desgarradora escena que conmovió a todos los presentes. 

Familiares la recordaron como una joven callada, estudiosa y de gran corazón, criada por sus abuelos. Fue una estudiante destacada que soñaba con un mejor futuro y que, tras graduarse, se mudó para continuar sus estudios universitarios en Ingeniería en Sistemas, carrera que ya no pudo culminar. Israel Vergara, morador del pueblo, expresó que la comunidad está consternada y exige justicia

“Se trata de una joven de una familia humilde, pero honesta, que perdió la vida a manos de este hombre en un acto que fue premeditado”, señaló. Mientras tanto, Oliver Cortés Rodríguez fue presentado ante el Juzgado de Garantías de Coclé, donde enfrentó cargos por femicidio agravado

Aunque su defensa pidió una medida distinta, el juez ordenó su detención provisional, por lo que cumplirá el proceso en la cárcel pública de Aguadulce. En redes sociales circulan videos grabados por el propio asesino un día antes del crimen, mientras disfrutaba de la Semana del Campesino en Tonosí, su pueblo natal, usando con la misma ropa que tenía puesta cuando mató a Selinda. 

En las imágenes se le ve sonriente, bailando y tomando bebidas alcohólicas, sin que nadie imaginara el horrendo crimen que cometería horas después. Tras esta muerte, un pueblo exige justicia y castigo ejemplar, ya que el nombre de Selinda Córdoba se suma tristemente a la lista de mujeres víctimas de la violencia, dejando un vacío imposible de llenar.

Se dice que Cortez está solicitando protección a las autoridades, pues, supuestamente, teme por su vida dentro del centro penitenciario al que será remitido