Brujos, duendes y amuletos: la apuesta esotérica de mexicanos para recibir 2026
Los compradores gastan un promedio de 500 pesos ($27,8) para realizar sus rituales de Año Nuevo.
Los estrechos pasillos del popular Mercado de Sonora, ubicado en Ciudad de México, son visitados por miles de mexicanos antes de que finalice el año para consultar la fortuna con brujos o tarotistas, mientras que otros buscan proteger la suerte comprando amuletos, duendes y hasta vestidos para la Santa Muerte.
Con apenas 23 años, el comerciante David Hernández entiende bien el negocio de “las ciencias ocultas, el esoterismo y la santería”, un mercado que, explica a EFE, atrae actualmente a más jóvenes que adultos, especialmente en esta época del año, cuando las personas “vienen completamente movidas por la fe”.
“Nosotros, como tal, no es que vendamos algo milagroso; es 50% el producto que te estamos vendiendo y 50% la fe”, admite el joven vendedor de los locales 50 y 51, donde junto a su tía, Patricia, ofrece los amuletos más solicitados en esta temporada, como brazaletes de protección, semillas de la abundancia y veladoras para abrir caminos.
Los compradores gastan un promedio de 500 pesos ($27,8) para realizar sus rituales de Año Nuevo, que incluyen velas de la Divina Providencia -encendidas el primer día de cada mes-, pirámides de resina y hasta 'kits ritualizados' con jabones, lociones y baños herbales elaborados para atraer “la abundancia y la prosperidad”.
Nancy Márquez hace su compra para captar “la buena suerte” y asegura creer en Dios, pero también en las limpias de los brujos y en los amuletos, símbolos en los que deposita su fe desde 2022, un año antes de que se anunciara el fin de la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19.
Márquez, de 34 años, relata que, aunque durante la pandemia perdió a muchos seres queridos, esa tragedia también la acercó al mundo de los amuletos, que utiliza cada fin de año.
“A las 12 de la noche prendo mi velita y echo mis semillitas de lenteja y de girasol”, cuenta sobre este ritual en el que siempre pide por más salud, trabajo y seguridad, pues sostiene que en México el gran problema es la inseguridad.
La devoción en la muerte y la magia
Aunque muchos de estos amuletos están vinculados con la religión católica -de la cual es creyente el 77.7% de la población mexicana-, existen otros que han sido rechazados por la Iglesia y, aun así, siguen siendo usados en estas fechas, como la Santa Muerte.
Esta deidad popular cuenta con millones de feligreses en el mundo, y México es uno de sus epicentros de veneración.
Elizabeth, una de sus fieles, recorre el Mercado de Sonora para cumplir la promesa de comprarles a sus cuatro figuras de la Santa Muerte unos vestidos antes de que termine el año.
La joven, de 31 años, confiesa que es devota de ‘La Santa’, como la llama, porque le devolvió las ganas de vivir.
“Tuve una complicación en mi vida y me quería morir (...) Y le dije que si me daba otra oportunidad de vivir me la iba a tatuar, y me la tatúe”, reza emocionada al mostrar su brazo con la imagen de la deidad popular femenina.
Competencia con productos chinos
Una de las vendedoras más experimentadas en el sector de las figuras esotéricas es Rocío Rivera, quien lleva tres décadas en el negocio de duendes, elfos, troles y brujas, en el local 63.
Ella asegura que estas figuras son productos que sirven para recibir el Año Nuevo, ya que protegen al cliente de “las malas vibras”.
Según la comerciante, en México cada vez hay más interés en la magia del mundo feérico, aunque advierte que la introducción de figuras asiáticas, como el caballo -animal que corresponde al Nuevo Año del horóscopo chino-, “perjudica” sus ventas.
A su juicio, cada vez hay “más vendedores que compradores”, lo que repercute en los precios.
“En lugar de subir vamos como los cangrejos para abajo”, concluye, explicando que la sobreproducción y la alta competitividad del mercado los obliga a disminuir sus precios.