Pekín: una ciudad de contraste y curiosidades

Siendo cerca de las 5:00 de la tarde en la ciudad de Shuyin en Pekín, capital de China, el sol empieza a ocultarse, en medio de una espesa neblina que para esta época se posa sobre las calles, tras la llegada de la temporada de invierno, con temperaturas que pueden llegar hasta -7 grados, provocando frío intenso en la población.
Pero esto no es impedimento para que algunos nacionales salgan a las principales avenidas o incluso a las plazas reconocidas, para distraerse entre familias o amistades, de igual manera, lo hacen los foráneos que llegan por distintos motivos a este país ya sea para: estudiar, capacitación o simplemente como turistas.
Justo en medio del paseo de esos lugareños y extranjeros, se aumenta el flujo de personas, ya que muchos trabajadores van saliendo de sus empleos, causando un mayor tráfico en las calles.
Los vehículos aumentan en número su circulación, por lo que se hace un poco más complicado transitar en las vías y es por ello por lo que los chinos han optado por utilizar otros medios para transportarse, entre esos están: El Metro, bicicletas, motocicletas y triciclos.
La curiosidad en este sentido llama la atención, porque a orillas de la calle estos me los tres últimos medios son estacionados en sitios específicos, sin afectar a los transeúntes, que pueden ver estos medios sin cadenas y no se los roban.
Incluso en otros puntos se puede observar que existen bicicletas públicas que pueden ser utilizadas por las personas para llegar hasta su destino, y así reducir la cantidad de automóviles en las calles.
Otro porcentaje utiliza alguna de las más de 20 líneas del metro o el “subway” que existe en Pekín, para conectar a toda la ciudad, que tiene una población de 21, 540, 000  millones de habitantes, con estaciones ubicadas entre aproximadamente 2 km de distancia de una a la otra.

Atractivo olímpico

Es precisamente una de esas líneas, la #15, que va desde la ciudad de Shuyin hasta el Estadio Olímpico de Pekín, mejor conocido como “El Nido del Pájaro” un complejo deportivo que reúne las condiciones para la realización de los distintos deportes que se desarrollan en eventos mundiales. Fue justamente en este estadio, donde el panameño Irving Saladino en 2008 ganó la primera medalla de oro para Panamá, en los juegos olímpicos celebrados en ese entonces.
Pero mientras se preparan para la realización de los juegos olímpicos de invierno para el 2022, la plaza no pierde su atractividad, no solo por lo inmensa y su valor histórico, sino por los múltiples eventos o bailes que presentan los chinos.
Entre estos bailes están el Yangge, que es una danza folclórica conocida desde la dinastía Song, muy popular en el norte de China, pero que en otras ciudades también las practican.
La danza atractiva y popular es bailada por un grupo de señoras, quienes en al menos tres grupos se apostaron a lo largo de la plaza y con trajes coloridos, ya sea rojo verde con abanicos de mano y al ritmo de una música instrumental, colocada en una bocina, empiezan la interpretación, bajo la mirada de decenas de espectadores que se acercan a sus puntos.
Pero este no solo es el atractivo de la plaza, ya que, otros grupos de personas, entre ellos adultos mayores, jóvenes, se dedican al ritmo de músicas muy pegajosas a realizar algún tipo de aeróbicos, sin importarle el frio.
La diversión en esta área no termina, porque a medida que vas dando los pasos, existe otro grupo de personas, con un auto pequeño al que le han implementado un karaoke, para que todo el que pase por ese sitio se acerque y de lo mejor se sí en el canto.
Es por ello que la diversión en la capital de China no tiene fin, así como sus lugares turísticos que se han convertido en grandes maravillas del mundo.