Niño indígena colombiano muere en enfrentamientos entre ELN y el Clan del Golfo

Un menor indígena muerto y dos mujeres heridas es el saldo que dejan enfrentamientos armados entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo en el departamento colombiano del Chocó, fronterizo con Panamá, informaron hoy fuentes castrenses.

Los combates se registraron en una zona selvática del caserío Bahía Octavia que hace parte del municipio de Bahía Solano, informó la Armada en un comunicado.
La información detalla que la Armada halló la embarcación "Suave 2" cerca del sector de Bahía Octavia, en ella viajaban siete adultos y nueve niños, quienes manifestaron haber sido víctimas de un enfrentamiento armado entre el ELN y el Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia de origen paramilitar.
Una de las personas herida es una indígena adulta, mientras que la otra es una menor de 16 años, que tiene una "herida en el rostro y otro menor de dos años muerto por impacto de arma de fuego", agregó la información.
Los indígenas contaron a las autoridades que fueron contratados para trabajar en agricultura en Bahía Octavia y que ocupaban una vivienda abandonada.

LEE TAMBIÉN: Tres muertos y 11 heridos deja el tiroteo en un torneo de videojuegos en Florida

"Hasta la casa llegaron unos integrantes de la Compañía Néstor Tulio Durán del ELN y posteriormente unos sujetos del 'Clan del Golfo', situación que conllevó a un enfrentamiento armado en el cual las víctimas fueron los indígenas", añade la información de la Armada.
Aseguran que la vivienda donde se presentó el enfrentamiento está ubicada en una zona área rural del municipio de Bahía Solano, en un sector disputado por el ELN y el Clan del Golfo, que "sirve de corredor del narcotráfico en la selva chocoana".
La Armada añadió que continúan las operaciones en el departamento del Chocó que permitieron, la semana pasada, la captura en Bahía Solano, de alias "Ernesto", uno de los cabecillas del Clan del Golfo.
Sobre "Ernesto", el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Alberto Mejía, aseguró en su momento que, además de ser uno "de los grandes líderes del tráfico de narcóticos" en el Pacífico, "también es una persona que estaba en constante acoso a la comunidad, amenazas, incluso contra líderes sociales".