Senador retira proyecto que reconoce la brujería y santería
De haberse aprobarse el cambio, “los ritos que hacen entrarían en categoría de libertad religiosa”, señalaron desde el sector cristiano.
Después de una gran polémica, el senador colombiano Alberto Benavides, realizó el retiro de los proyectos de ley 057 y 058 de 2025, que proponían la vigilancia y control estatal sobre las iglesias, pero, además, le daba el reconocimiento legal de las prácticas de santería y la brujería
La decisión, comunicada por el mismo Benavides a través de un comunicado: “Retiré el Proyecto de Ley No. 058 de 2025 Senado... mediante el cual se dictan disposiciones sobre la vigilancia y control de las entidades religiosas que ejercen actividades propias de las iglesias y demás confesiones religiosas en Colombia y se reconocen las prácticas espirituales ancestrales como expresión legítima de la libertad religiosa y de cultos en Colombia”.
El Congreso colombiano se encontraba discutiendo los dos proyectos de ley que, además, encendieron el debate sobre la libertad religiosa y el alcance del reconocimiento estatal a prácticas ancestrales, como la santería y la brujería.
Según advirtieron grupos evangélicos, la iniciativa más polémica —el proyecto 058 impulsado por el senador Alberto Benavides del Pacto Histórico— propone reformar el artículo 5 de la Ley 133 de 1994 para eliminar las restricciones que excluyen del concepto de religión a prácticas como el satanismo, la brujería y los fenómenos parapsicológicos.
De haberse aprobarse el cambio, “los ritos que hacen entrarían en categoría de libertad religiosa”, señalaron desde el sector cristiano.
Pastores expresaron su inquietud porque “esto daría pie a que se dé reconocimiento legal a alguien que practique brujería, a que los ritos que hacen entrarían en categoría de libertad religiosa. Inclusive, hay personas que consultan eso para hacerle daño a otras personas…”
Sin embargo, los autores de la reforma, argumentan que el objetivo es garantizar que los pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y otros sectores puedan ejercer sin restricciones sus cosmovisiones espirituales, como reconoce el artículo 19 de la Constitución.
Debido a la controversia, el ministro del Interior Armando Benedetti aseguró tras reunirse con líderes religiosos que el Gobierno no respalda estas iniciativas: la fe, dijo, “constituye un derecho fundamental y no una concesión del Estado”.