Reclaman la indiferencia hacia indígenas por muerte de dos niñas
Mulino destacó que su gobierno ejecuta un programa de obras en las comarcas valorado en 85 millones de dólares
La muerte de dos niñas indígenas, de 5 y 8 años, arrastradas por un río crecido cuando regresaban de la escuela en una comunidad de la comarca Ngäbe Buglé, ha provocado renovados reclamos al Estado y la sociedad por la indiferencia hacia los pueblos originarios, históricamente sumidos en la pobreza.
El suceso ocurrió el lunes en Mironó, cuando un grupo de cinco menores cruzaba una quebrada y fue sorprendido por la corriente. Las dos pequeñas no lograron sobrevivir, según testigos del hecho.
Esta tragedia se suma a decenas de casos similares registrados en los últimos 25 años, de acuerdo con un informe de las ONG Fudespa y JuxlaE sobre “ahogamientos infantiles en la comarca Ngäbe Buglé”. El hecho ha despertado indignación en redes y medios locales.
“No las mató la quebrada, fue nuestra indiferencia”
El cardenal José Luis Lacunza dijo ante diputados en la Asamblea Nacional que las niñas “fueron arrastradas por las caudalosas aguas de la indiferencia nacional y la corrupción de gobiernos presentes y pasados”.
Lacunza añadió que “la muerte convive con los olvidados y marginados”, recordando que si no fuera por tragedias como esta, “el resto del país ni siquiera sabría que existen”.
Realidad indígena en Panamá
En Panamá, el 17,2 % de los 4,2 millones de habitantes se considera indígena, pertenecientes a siete etnias: Emberá, Wounaan, Guna, Ngäbe, Buglé, Naso y Bri-Bri. Estas comunidades enfrentan las tasas más altas de pobreza, superando el 90 % en algunos casos.
Reacción del Gobierno
El presidente José Raúl Mulino expresó sus condolencias a las familias afectadas y anunció la construcción de puentes peatonales en más de 100 puntos del país para prevenir tragedias similares.
“Los 20 puentes zarzos que hicimos fueron necesarios, pero no suficientes”, afirmó.
Mulino destacó que su gobierno ejecuta un programa de obras en las comarcas valorado en 85 millones de dólares, con el fin de mejorar la seguridad y la infraestructura en estas zonas olvidadas.